El debate generado tras la muerte de Barberá trasciende la escena valenciana, pero evidencia una distancia entre las nuevas generaciones instaladas en Génova y la vieja guardia capitaneada por Rajoy. El PPCV ha mantenido todo este tiempo línea directa con la dirección nacional (ayer desde la cúpula regional se insistía en que las decisiones en torno a Barberá se tomaron en Madrid), pero la sintonía se ha forjado sobre todo con los nuevos valores del PP que ocupan las vicesecretarías claves del partido, pero que han quedado fuera del reparto del poder. La conclusión es que el PP de Bonig ha tejido complicidades con estos nuevos dirigentes, pero no ha logrado romper el cordón sanitario que Rajoy parece seguir imponiendo al PPCV. Esto se ha visto de manera muy clara en la formación del Gobierno y del segundo escalón donde la representación valenciana ha brillado por su ausencia. Una cuestión que ha generado también críticas internas en el PP valenciano. «No pintamos nada», indica un dirigente con escaño en Madrid.

A las puertas de un congreso nacional, el PPCV tiene difícil un papel protagonista y este es, sin duda, uno de los restos que a corto medio plazo tiene Bonig encima de la mesa. Su papel en el congreso, como integrante de la ponencia social, será discreto, pero la duda es si el PPCV está lo suficientemente fuerte para dejar su impronta en un cónclave que transcurrirá bajo el control de Rajoy y su núcleo duro.

Hay cuestiones que la organización valenciana ha puesto encima de la mesa y que tienen que ver con la regeneración y la participación interna, temas que en el momento político actual quizás sean difíciles de denfender.

La relación con Génova sigue siendo fundamental, máxime después de lo ocurrido con Barberá. Cabe recordar que Valencia ciudad sigue siendo un polvorín (inflamado estos días por la muerte de la exalcaldesa), un terreno sobre el que la dirección nacional tendrá mucho que decir. Tanto si la causa contra los concejales imputados continúa (el expediente disciplinario está en Génova) como si se archiva, un supuesto que hará inviable a la gestora hacerse con el poder en un territorio que siempre fue coto privado de Barberá.