Las colas de ciudadanos de Valencia que esperan para firmar en los libros de condolencias de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, continúan hoy ante las puertas del Ayuntamiento, que ha mantenido abiertas sus puertas para esta manifestación popular de duelo hasta las cinco de la tarde.

Solo durante la mañana de hoy han accedido al Salón de Cristal del consistorio alrededor de 500 personas, según fuentes policiales, que han destacado que ayer la cola era mucho más larga y ocupaba toda la manzana.

El altar improvisado delante de una de la paredes laterales del edificio municipal también ha crecido en tamaño en las últimas horas, con numerosos vecinos que han dejado flores, Senyeras, banderas españolas, mensajes manuscritos, velas e incluso dibujos infantiles.

"Siempre te recordaremos con tu Senyera", reza uno de estos mensajes de homenaje, mientras que otro, colocado junto a una foto de la exalcaldesa, reclama "una plaza con su nombre".

En el otro lado de la fachada consistorial, la cola llega casi hasta la esquina, y en ella, valencianos y vecinos de otras ciudades de la Comunitat y del resto de España esperan para dejar su mensaje en los tres libros que el Ayuntamiento ha habilitado en el Salón de Cristal.

Ayer por la tarde eran cuatro los libros de condolencias en los que se podía firmar, pero esta mañana se ha completado uno de ellos, aunque desde el Ayuntamiento aseguran que han preparado algunos más "por si todos se llenan".

"No soy de Valencia ni conocí a Rita Barberá en persona, pero vivo aquí y he podido comprobar la enorme diferencia en la ciudad cuando ella ganó la alcaldía", ha destacado María, que ha afirmado tener un gran "respeto" hacia la figura de la exalcaldesa.

Tampoco la conoció en persona Olga, que hace dieciséis años vino de Ecuador a Valencia y hoy ha acudido a firmar en el libro para manifestar su "pena" porque, a su juicio, "los políticos no supieron valorar" a la exdirigente.

"Al final la vida pone a cada uno en su sitio", ha considerado Juan Barata, también en la cola, que ha manifestado su convencimiento de que a Barberá la historia "la pondrá en un sitio bueno, sin más", porque, según ha dicho, la exalcaldesa no fue "ni tan excelente ni tan mala".