Una parte sustancial del nuevo cinturón sanitario de la Albufera previsto en el Plan AQUA, iniciado en 2004, permanece inconcluso, inactivo o sigue infrautilizado, una circunstancia que junto a la irregularidad de los aportes de agua de calidad de los ríos Júcar y Turia, el ingente depósito de de fósforo que llega todavía a través de las acequias y depuradoras y los problemas de gobernanza, impiden la plena recuperación del ecosistema lacustre, según se puso de manifiesto ayer en la primera jornada del simposio organizado por la Universitat de València para conmemorar los 30 años del Parque Natural de la Albufera.

El encuentro, celebrado en el Jardín Botánico de Valencia ofreció dos visiones bien diferenciadas sobre la realidad de la Albufera: la de un optimismo limitado basado en algunas «señales» de recuperación del lago, como la aparición de plantas macrófitas, y el desencanto que provoca ver cómo estos episodios tienen una duración muy breve y el lago regresa pronto a una situación eutrófica.

Miguel Mondría, actual director técnico de Typsa y coautor principal de los informes y objetivos del Plan AGUA para el lago, «Recuperar la Albufera de los sesenta», se puso del lado del optimismo, aunque admitió que existen «inercias» que impiden una «estabilidad» en la recuperación. Según detalló, las «bases» para «rehabilitar» la Albufera pasan por la recuperación de la calidad en los aportes hídricos, mantener el peso cuantitativo de los recursos fluviales procedentes del Júcar y el Turia, controlar la liberación de los nutrientes «internos» depositados en el sedimento y «apoyar» la «reestructuración del ecosistema» y la aparición de vegetación sumergida.

Mondría habló de la necesidad de incrementar la reutilización de las aguas depuradas, de la efectividad demostrada por los filtros verdes construidos alrededor de la Albufera y de la urgencia en evitar la llegada al lago de las primeras aguas de lluvia. Tal como avanzó Levante-EMV, en su edición del 2 de noviembre, los tanques de tormenta, en los que el Gobierno ha invertido ya 50 millones, siguen sin estar conectados a los sistemas de saneamiento.

Proyectos pendientes

Fernando Juan, de Acuamed, explicó que esta obra está pendiente de un segundo modificado no resuelto por la Administración sin el que es imposible terminar la actuación. Las obras pendientes incluyen el desvío de la acequia de Favara para que no siga recogiendo aguas residuales que siguen llegando al lago. El ingeniero no anticipó fecha de finalización.

Según Mondría, cada vez que llueve con cierta intensidad en las poblaciones del oeste de la Albufera entra el lago la contaminación equivalente a una ciudad de 6.000 habitantes

Tampoco han terminado diversas actuaciones encaminadas a sustituir recursos hídricos de calidad procedentes del Júcar y el Turia por aguas depuradas, lo que permitiría incrementar las aguas «limpias» que llegan al lago.

Así, la conducción entre Pinedo y el Puerto de Silla, con ampliación pendiente al sistema de regadío de la Acequia Real e incluso al Canal Júcar Turia no ha entrado en servicio y, por tanto, no hay una reutilización efectiva de casi 19 hectómetros cubicos de agua del Júcar que podría estar llegando a la Albufera.

Algo parecido ocurre en las depuradoras de Albufera Sur y Sueca, diseñadas para colocar su efluente depurado en los sistemas de riego y derivarlo a un filtro verde cuando no haya demanda de regadío. Las obras, terminadas, no han entrado en servicio y el filtro verde está tratando agua bombeada desde el lago, por lo que el fósforo de las depuradoras sigue llegando la lago.