Por segunda vez en siete días las goteras han obligado a cerrar el colegio público de Infantil y Primaria (CEIP) 103 de la avenida Baleares, el único en toda la ciudad de Valencia construido integramente en barracones. La tromba del domingo ha inundado la mayoría de aulas al filtrarse el agua por el techo, dejando sin clase a 406 niños.

Padres y madres del 103, junto a sus hijos, se manifestaron ayer ante la Conselleria de Educación para exigir soluciones. «Llevamos tres días sin poder ir a trabajar, perdiendo sueldo o días de vacaciones, porque las aulas se inundan cada vez que llueve», denuncia Raquel Lafarga, presidenta del Ampa de este centro que lleva ya 9 cursos en módulos provisionales. Los niños, libro de texto en mano, llegaron a simular a las puertas de la conselleria una clase de gramática con la frase «queremos un colegio ya»

Inundado y sin luz

Ayer los alumnos no llegaron ni a entrar en las aulas, pues se encontraron con un cartel a la puerta en el que la dirección del centro anunciaba que las clases quedaban suspendidas. A la inundación de las clases se suma que el colegio tampoco tenía luz, pues el cuadro eléctrico saltaba al estar totalmente mojado. En los dos casos de lluvias intensas más recientes, el pasado martes y ahora hace un año (2 noviembre de 2015), el centro fue desalojado y los padres tuvieron que ir a recoger a sus hijos a media mañana.

Educación, ya por la tarde, emitió un comunicado en el que anuncia que las clases se retomarán hoy. Sin embargo, los padres que protestaban a las puertas de la conselleria no las tenían todas consigo. Uno de ellos, Roberto Sánchez, insistía en que el daño que han sufrido los materiales y la imposibilidad de dar clase «ni el martes, ni el miércoles».