El Ayuntamiento de Valencia y la Conselleria de Educación estudian la posibilidad de reubicar a los 406 niños del colegio público Número 103 en locales municipales durante los días de lluvia hasta que culmine la instalación de una sobrecubierta en la única escuela de la ciudad totalmente en barracones.
Así lo avanzó ayer el alcalde Joan Ribó, quien aseguró que ya se ha puesto en contacto con la conselleria para «tomar las medidas que hagan falta», entre ellas la de habilitar locales alternativos para los días de lluvia como reclama el Ampa de este colegio que lleva 9 cursos en aulas provisionales.
Los padres estallaron el lunes tras el segundo día sin clase en una semana debido a las goteras en los barracones, que inundan las aulas y dejan al centro sin luz al mojar el cuadro eléctrico. «Lo único que pedimos es un local donde nuestros hijos puedan hacer actividades durante el horario lectivo los días de lluvia, pues la mayoría de padres trabajamos», explica la presidenta del Ampa, Raquel Lafarga.
Los padres proponen hasta tres locales próximos de propiedad municipal: el conservatorio profesional de música José Iturbi, la biblioteca pública de Trafalgar y el complejo cultural Las Naves de la calle Jacinto Verdaguer.
Ribó reconoce que «no es fácil dar una respuesta» a la situación debido a la falta de locales disponibles. En cuanto al conservatorio, dijo que hay que «estudiar» dicha posibilidad, pues hay que comprobar si caben los niños del 103 allí o si se imparten clases por la mañana.
Educación promete terminar la sobrecubierta el 9 de enero. Hasta entonces, vacaciones de Navidad por medio, quedan 14 días de clase. Si las lluvias persisten continuarán las filtraciones.
El inicio de las obras del nuevo colegio, que tenían que empezar antes de acabar este año, no tiene fecha porque falta un informe del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) pues la parcela junto a las antiguas naves de la Cross donde se levantará el centro invade la zona de reserva de 10 metros de la vía del ferrocarril a Barcelona. Ribó, en una velada crítica a la anterior Administración por no reservar «los mejores solares para colegios», lamenta que esta servidumbre «retarde considerablemente el tener los permisos».
