Las licencias para la apertura de zanjas para canalizaciones de telefonía, saneamiento o electricidad han descendido de manera notable en los últimos años, situándose en la actualidad en niveles de hace dos décadas. Según los datos de la Oficina de Coordinación de Obras de Valencia (Ocoval) creada por el ayuntamiento y las empresas suministradores de gas, electricidad, agua y telecomunicaciones, el año pasado se tramitaron 1.436 licencias, cifra similar a la de 1993, cuando se dieron 1.309 licencias y muy alejada de las 4.300 y 4.284 licencias que se tramitaron en 2003 y 2004, en los años de bonanza económica y euforia inmobiliaria.

El número de licencias de zanjas empezó a descender en 2011, con 1.991 licencias, coincidiendo con los peores años de la crisis económica y no ha hecho sino descender desde entonces, hasta situarse en las 1.436 licencias otorgadas el año pasado. Unas cifras que deben asociarse a la paralisis en la construcción y a la existencia de cerca de 38 PAIs paralizados en la ciudad, de los que se han empezado a desbloquear algunos como el del Camino Hondo del Grao, Quatre Carreres y Malilla.

Ocoval, que el año próximo contará con un presupuesto de un millón de euros, destinado básicamente a pagar nóminas y mantener la estructura, ha tramitado en más de dos décadas 62.971 licencias, un 34% de las cuales corresponden a particulares y el resto a las empresas de servicios, como Emivasa, Iberdrola, Gas Natural y las compañías Telefónica y Vodafone.

Por empresas, Gas Natural es la que más canalizaciones ha instalado con diferencia, con 22.044 licencias trmaitadas, seguida de Iberdrola (7.079), Emivasa (5.816) y las dos operadoras de telefonía, Vodafone (3.387) y Telefónica (3.154).

El concejal delegado de Desarrollo Urbano y Vivienda, Vicent Sarrià, destacó ayer tras la reunión del consejo de la Ocoval, la «gestión eficaz» de este servicio que ha tramitado en lo que va de 2016 1.100 licencias en un plazo medio de 19 días. La empresa mixta Ocoval gestiona, coordina e inspecciona las obras de zanjas que se ejecutan en la calle tanto a cargo de compañías de servicios como de particulares. Se creo en 1992 por el gobierno del PP para mejorar la gestión de las obras y aprovechar la apertura de una misma zanja para simultanear acometidas previstas.

Las licencias tramitadas este año han supuesto la apertura de 22 kilómetros de zanjas en la ciudad para 743 canalizaciones, aunque en las dos últimas décadas en la ciudad se han abierto 2.369 kilómetros de zanjas, que es el equivalente a distancia que separa Valencia de Estocolmo. «La coordinación de estas obras ha permitido optimizar los trazados o simultanear las acciones de las compañías, lo que ha supuesto un ahorro del 70 % de las zanjas que se abren en la vía pública, destacó ayer Sarrià.

Por distritos, donde más licencias se han concedido son Poblats Marítims (4.087) y Ciutat Vella (4.666) de un total de 34.850 licencias resueltas en el periodo comprendido entre 2003 y 2015. En el otro extremo, el de menor número de zanjas y obras en vía pública realizadas, destaca el distrito de Algirós, con 819 licencias. En Poblats Marítimis, distrito formado por los barrios del Cabanyal-Canyamelar, Grao, Natzaret, Beteró y la Malva-rosa se excavaron en este periodo 173 kilómetros de zanjas.

La labor inspectora del ayuntamiento de las obras en vía pública ha aumentado notablemente pasando de 143 obras inspeccionadas en 1994 a 1.188 en 2015, cuando el porcentaje de obras con deficiencias se situó en un 29%, frente al 98% de 1994.