El arte del siglo XVI ha inundado las paredes de la Capilla del Monumento del conocido como Colegio del Patriarca de Valencia. Así, cuatro de los seis telares flamencos que fueron trasladados a la Real Fábrica de Tapices de Madrid en 2013 para ser restaurados han regresado a la nave, y más de 100 personas se acercaron ayer para contemplarlos.

El estado en el que se encontraban los tapices provocó que fuese necesaria una intervención profunda para combatir su deterioro. Este proceso largo y laborioso fue apreciado por visitantes como Inmaculada Morales, quien afirmó que se había realizado una labor «impresionante» y que se ha conseguido mantener «la esencia de los tapices», puesto que «a pesar de su antigüedad, se conservan tal y como eran».

Los que acudieron al Patriarca observaron las piezas «La gracia», «La ira y la pereza» (ambas de la serie titulada «Moralidades»), «La llamada de los operarios» y «El pago del denario» (dos obras de la serie «La parábola de la viña»).

Los tapices que todavía se encuentran en proceso de restauración son «Escenas de la vida de Salomón» y «La gula y la lujuria», que comenzará a restaurarse cuando se finalice el trabajo del primero.

Estos telares, fechados entre 1500 y 1530, fueron donados por el fundador del Colegio-Seminario, Juan de Ribera, y su restauración ha sido financiada por Iberdrola.

Como ayer quedó patente en la vista, la muestra de las piezas recuperadas está sirviendo para concienciar a los vecinos de la importancia que tiene cuidar y mantener el legado de los valencianos para poder disfrutar de obras que fueron creadas siglos atrás.

Visitas gratuitas

Los ciudadanos se mostraron satisfechos con las actividades culturales que se están desarrollando en Valencia. Así, una vecina de la capital apuntó que exposiciones como esta e iniciativas como la de abrir las puertas de los palacios y museos gratuitamente son buenas ocasiones para «disfrutar de nuestra tierra».

Esta colección de tapices del Patriarca fue un descubrimiento para aquellos que llegaron hasta allí movidos por la curiosidad. Así, un vecino de Valencia no dudaba en afirmar a este diario: «¡Nunca había visto nada parecido!».

Por otro lado, Josep Mir, que se desplazó desde Mislata para ver las obras, agradeció las explicaciones que les acompañan, puesto que le permitieron «aprender además de observar».

La mayoría de los asistentes explicaron que pretenden volver para observar nuevamente las piezas, las cuales se podrán visitar gratuitamente hasta el próximo 13 de enero.

El horario entre semana es de mañana y tarde, pero el fin de semana únicamente se podrá acudir por la mañana. A pesar de que este es el horario establecido, ayer no se pudo cumplir por la celebración de un acto privado. Quienes deseen apreciar la restauración de los otros dos telares tendrán que esperar hasta 2017, año en el que está previsto que regresen a Valencia.