Si la ciudad aspira realmente a pacificar el tráfico y convertirse en una urbe amable, donde los peatones ocupen el primer lugar en la jerarquía de la movilidad, es necesario que los conductores comiencen a tomarse en serio esta nueva visión. Hasta ahora el Ayuntamiento de Valencia había apostado por las acciones informativas antes que la imposición de sanciones, pero el tiempo de tregua parece haber llegado a su final. La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, anunció ayer una ambiciosa campaña de «larga duración» —podría alargarse varios meses— en la que, por primera vez, todas las unidades de la Policía Local participarán en los controles, que se centrarán en cuatro cuestiones básicas: vigilarán el uso del móvil, en especial aquellos que utilizan aplicaciones como WhattsApp, velarán por el respeto del carril bus, se colocarán más radares de velocidad y se realizará controles de alcoholemia.

«Por primera vez las siete unidades de distrito de la Policía Local participarán en la campaña de control, además del grupo Goes y la unidad de tráfico», explicó Anaïs Menguzzato, que aclaró que aunque todos los agentes en el pasado ya multaban, el grueso de las campañas las desarrollaba solo el departamento de tráfico.

«El objetivo de la campaña que se inicia el 15 de diciembre es generar mayor protección y seguridad. Es una campaña de larga duración, porque normalmente son cortas, y a ésta no le hemos puestos fecha de fin. Queremos ser algo más transformadores, que las personas cambien sus hábitos de conducta al volante, y que los conductores sean más cívicos», añadió la concejala socialista.

Mientras los controles de velocidad, alcohol y aparcamiento ilegal en el carril bus serán sancionadores desde el primer día, la campaña del uso del móvil contará con un periodo informativo de 15 días, y el 1 de enero de 2017 ya comenzará a sancionarse.

Aunque en la ciudad de Valencia se han reducido los accidentes mortales en dos años a casi la mitad, la Concejalía de Protección Ciudadana está preocupada por el aumento de los accidentes leves, provocados en su mayoría por el uso del móvil al volante. Así, mientras en 2104 se contabilizaron en Valencia 6.889 incidentes leves, en 2016 la cifra se ha elevado a 7.343. Los heridos leves también han aumentado de 2.524 hace dos años a los actuales 2.777.