La retirada de los últimos símbolos franquistas presentes en edificios públicos de la ciudad ha comenzado ocho meses después de que el Ayuntamiento de Valencia aprobara una moción impulsada por la concejala de Cultura, Glòria Tello. Operarios municipales, dependientes de la Concejalía de Educación, iniciaron ayer los trabajos para desmontar pieza a pieza los dos escudos preconstitucionales que se ubican en la fachada del colegio público Pare Manjón de la pedanía de La Torre.

La Concejalía de Cultura presentó el pasado 8 de abril una moción que fue aprobada por la Junta de Gobierno Local para instar a diferentes administraciones e instituciones involucradas (Conselleria de Educación, Concejalía de Espacio Público, Arzobispado, Ministerio del Interior, etc) a proceder a la retirada de aquellos símbolos presentes en sus dependencias que todavía entraban en contradicción con la Ley de la Memoria Histórica de 2007.

En total seis edificios públicos en Valencia cuentan todavía con escudos franquistas. Se trata de los colegios de educación infantil y primaria Pare Manjón (La Torre) y Teodoro Llorente (La Petxina), el Centro Diocesano de Pastoral Juvenil (Patraix); y los que exhiben los cuarteles de la Guardia Civil de Cantarranas (El Grau), Benimaclet y Patraix.

En el colegio Pare Manjón ya se estás desmontando los dos escudos franquistas que se exhiben en sus diferentes fachadas y es previsible que el ayuntamiento inicie en breve la retirada del Teodoro Llorente, que ahora está tapado por una lona, tras una iniciativa del profesorado. Conselleria de Educación fue quien autorizó a la concejalía a retirar estos símbolos tras el requerimiento del consistorio.

Además, de los seis edificios con escudos franquistas, otros siete edificios, la mayoría dependientes del Arzobispado de Valencia, exhiben placas o referencias a la sublevación franquista. Están localizados en la iglesia de La Punta, en la de San Valero, la Porta de la Mar (una cruz que simboliza el monumento a los caídos), el retablo del altar mayor de la iglesia del Carmen, y tres placas en las calles Antonio Rueda, Comedias y la plaza de Alfonso El Magnánimo, que debe retirar la Concejalía de Espacio Público.

Mientras el Ayuntamiento ya ha iniciado los trabajos para hacer cumplir la ley, todavía está pendiente la respuesta del Arzobispado (en el caso de las iglesias) y el Ministerio del Interior (cuarteles de la Guardia Civil).

Desde la Concejalía de Cultura recuerdan que hace más de un año se inició el proceso para cumplir con la normativa vigente trabajando en la retirada de estos símbolos, la retirada de honores y distinciones (moción del pleno de julio), y la sustitución de nombres de al menos 58 calles dedicadas a personajes relevantes del franquismo. Sobre este último asunto señalan que se está «trabajando en ello con el apoyo, como en todas las intervenciones anteriores, del Aula de la Memoria Histórica de la Universitat de València».

La regidora Glòria Tello explicó ayer a este periódico que el ayuntamiento inició «hace ya muchos meses un camino necesario para evitar que en nuestra ciudad se continuara incumpliendo la conocida como ley de Memoria Histórica». «Es inadmisible que los símbolos franquistas continúen exhibiéndose impúnemente en nuestra ciudad y por eso resulta muy satisfactorio comprobar cómo se comienzan a ver los resultados de aquel camino iniciado desde la concejalía», añadió la edil de Compromís en referencia a los trabajos de Pare Manjón.