Ochenta mil personas dice la organización. Sin empezar a contarlas, lo que está claro es que eran una multitud enorme. Creyeron en lo que veían y se lo pasaron bien. La Cabalgata de Reyes es una apuesta a la que se le han puesto recursos y voluntad y ayer paseó enriquecida de contenidos. La gente le dio el beneplácito y permitió pasar dos horas entretenidas. Con algún pero, por supuesto, „mucha cabalgata publicitaria, algún elemento soso, como un Herodes al que no se le destacó y un ángel anunciador mejorable„ y hasta se malogró por mor de la seguridad el momento culminante: se esperaba una imagen potente de Sus Majestades saludando desde el balcón, mientras la pirotecnia estallaba a la vez que la Banda Municipal interpretaba el Adeste Fideles («Venite Adoremus», tema religioso). Pero llegó un agente de policía y obligó a los reyes, el alcalde, el concejal y la fallera mayor infantil a refugiarse en el interior del consistorio. Pero, más allá, el festejo fue vistoso, con momentos espectaculares „los boatos de los reyes lo fueron, bastante más que sus propias carrozas, que se quedaron escasas de acompañantes„. Hubo caramelos en abundancia (esos que nunca se consumirán totalmente). Y figurantes, espectaculares volteretas, ruido de sirenas, personajes retro, San José imberbe cargando con el bebé todo el rato y mucha seguridad. En la cabalgata grande y en las otras 22 que hubo en la ciudad. Un total de 320 agentes trabajaron de forma discreta, sin alarmar. El único que alarmó fue un coche que arrastraba una carroza y se recalentó a la entrada de la plaza del ayuntamiento y que lanzó un geyser de agua hirviendo.

Los reyes, que subieron todos a la vez en la cesta de bomberos, habían aprendido valenciano y pidieron los niños recordar a los que son como ellos y que viven en mundos sin paz. Con ellos se dan por finalizadas dos semanas y media en clave de Navidad. El año festivo se espabila desde ahora en clave fallera.

El de ayer fue un acto que preside la fallera mayor infantil y su corte. Raquel Alario pidió dispensa: ayer falleció su abuela en Gandia. A pesar de ello, pidió expresamente que la corte mayor acudiera, aún en su ausencia.