Las dos niñas heridas el pasado jueves al caerse de la parte trasera de un tranvía, adonde se habían enganchado para viajar sin pagar billete, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, pretendían llegar de ese modo desde la estación Pont de Fusta hasta Paterna, donde residen, lo que supone un recorrido de más de 6 kilómetros. Las dos menores, de 12 y 13 años, se habían agarrado al limpiaparabrisas de la luna trasera y viajaban con los pies apoyados en un pequeño saliente del paragolpes.

Al parecer, en uno de los traqueteos del convoy, cuando apenas habían recorrido 300 metros y parada y media de la línea 4, se resbalaron del paragolpes y perdieron pie, pero continuaron agarradas al limpiaparabrisas, por lo que fueron arrastradas durante varios metros, hasta que finalmente se soltaron y cayeron sobre las vías, donde quedaron tendidas, llorando y ensangrentadas, por lo que varias personas que se percataron de lo sucedido llamaron de inmediato al 112 e informaron de un posible arrollamiento del tranvía. Como consecuencia de ese arrastramiento, sufrieron heridas y escoriaciones importantes en ambas piernas, y tuvieron que ser trasladadas a un hospital de Valencia en una ambulancia de Emergencias, que fue acompañada por la Policía Nacional.

Las dos menores tuvieron la suerte de ser vistas y auxiliadas de inmediato y de que no llegara otro convoy o fueran arrolladas por un coche, ya que en el punto donde cayeron, en el cruce de las calles Diputado Ricardo Samper y Poeta Fernández Heredia, entre las paradas de Sagunt y Reus, las vías están a ras de calzada e interseccionan con los vehículos que circulan por la segunda de las calles citadas.

La Policía Local de Valencia ya ha abierto una investigación para tratar de averiguar cómo pudieron subirse y viajar, aunque sólo fuese un recorrido de parada y media, sin que ni el maquinista ni el revisor se diesen cuenta de su presencia.

Al parecer, las menores sabían que la parte trasera del tranvía no es visible para el maquinista, que únicamente cuenta con las cámaras laterales, que hacen las veces de retrovisores, y las interiores, que graban la entrada y salida de los pasajeros por las puertas habilitadas para acceder a los vagones, con el fin de evitar el aprisionamiento accidental de alguno de ellos.