Yo firmo mis artículos sin utilizar intermediarios como parece ser que hacen otros. Y le informo que desde hace tiempo que salgo poco de casa. A mis 87 años he estado 65 días en intensivos tras una gravísima intervención y no estoy para roscas. Pero así como a Unamuno le dolía España a mí me duele Valencia. Le dediqué ocho años a su mejora y no soporto esta cruel destrucción sin programa ni provecho a la que se le está sometiendo. Y le advierto que no soy enemigo de la bici. Pregúntele al señor Ribó que se pasó la vida como Diputado pidiendo un aparcamiento de bicis en las Cortes Valencianas sin que nadie le hiciese caso „y gobernaban sus actuales socios„ y en cuanto fui nombrado Secretario Primero de la Mesa de las Cortes le di satisfacción creando su aparcamiento en la Puerta de la Olivera. Cada cosa en su sitio.

Pero verá usted joven, durante mi tiempo de concejal le dedicamos conjuntamente la Coalición Popular, el PSOE e IU nada menos que tres años a la elaboración del PGOU del 86, asesorados por más de veinte equipos técnicos contratados para asesorarnos, con estudios prospectivos de tráfico y movilidad que respaldaron todas las decisiones dominadas por un gobierno de izquierdas como era el PSOE, esos socios de ustedes que ahora aceptan su destrucción sin decir ni pío. Y eso es la verdad, porque Valencia se desarrolló con arreglo a las previsiones de la izquierda que aprobó el PGOU „ yo no lo voté a favor señor Grezzi„ creando las condiciones que respetó y llevó a cabo el PP. De modo que un poco de información e historia no les vendrá mal, porque la Valencia que han heredado es la del PGOU del 86 de mayorías socialistas y no las del PP. Dicho esto, le aclararé que ayer salí a ver Valencia. Y desde mi taxi, sufriendo los achuchones del poderoso bus y de otros vehículos que avanzaban acosados por los de su vecindad, pude contar entre San Agustín a Na Jordana dos bicis por su brillante carril. Un éxito que sumar a las protestas colectivas, a la retirada del proyecto peatonal de la avenida de Aragón, a la retirada masiva de bolardos, a las protestas del Mercado Central, al desbarajuste del bus y a los atascos creados por la reducción de tiempos en los semáforos de 13 segundos para los coches y minuto y medio para peatones. Atascos es polución querido amigo. Y de esa polución ya es responsable el señor Grezzi. Naturalmente discrepo de su afirmación de que cuando el señor Grezzi termine de aplicar sus medidas Valencia será mejor, lo que me ha provocado temblores de muerte, porque yo creía que con las actuales se había acabado el toqueteo. Pero usted me alarma al informarme de que aún nos esperan novedades. Para irse de la ciudad y cuanto antes. Y respecto al automóvil, además de sus ingresos impositivos está su producción de empleo. Vaya usted a Almussafes y ataque a la Ford y verá lo que le contestan. Aquí lo que ha pasado es que el PGOU se hizo con el asesoramiento y debate debidos. Y la implantación del Modelo Grezzi ha sido un proyecto personal sin estudios ni debate previos. Y me atrevería a decir que sin anuncio en un programa electoral, porque hay que recordar que el señor Grezzi no ganó ninguna elección, apareciendo tras un pacto postelectoral en el que se mezclaron los programas a gusto del consumidor. Mientras el PSOE callaba contemplando como un solo concejal cuestionaba y destrozaba su labor de doce años de Gobierno Municipal a cambio de un modesto plato de lentejas. Eso se llama traición a sus principios y a su historia señor Puig. Vivir para ver.