El hospital veterinario Constitución de Valencia, situado en el número 12 de la calle Alcúdia dels Crespins, fue renovado totalmente hace un mes, trasladándose a otro local de 450 metros cuadrados y apostando por un cuidado interiorismo y una nueva imagen corporativa. El negocio que ya ha cumplido 26 años quería, según explica su gerente, Jesús Ventura, «adaptarse al siglo XXI». «El objetivo es seguir la estela de los hospitales para personas, que avanzan hacia centros más parecidos a hoteles de cinco estrellas», añade.
Explica Ventura que «para los animales y sus propietarios ir al veterinario genera estrés y nosotros queremos minimizarlo para ambos. Queremos que venir al hospital sea una sensación agradable». Para ello han recurrido al estudio Dobleese, que se ha encargado de diseñar unos espacios en los que predomina la transparencia y la calidez con el uso del cristal y la madera.
Explica Jesús Ventura, que desde la zona central del hospital se pueden ver las diferentes salas de espera, la peluquería, la tienda y que a través de unos grandes ojos de buey se pueden ver las consultas. «Se ha creado un circuito que facilita que los clientes conozcan todos los servicios, ya que antes estaban todos separados. Ahora se pueden ver juntos», explica Sara Sánchez, de Dobleese. Además, Sánchez cuenta que han creado dos salas de espera diferentes para perros„grandes por un lado, y medianos y pequeños por otro„y otra para gatos. Así se pretende un ambiente tranquilo para dueños y animales. Incluso en la sala de los mininos se han colocado unas estanterías en las que se pueden dejar sus trasportines en alto para que los animales se sientan más seguros. Esta idea se repite en la zona de hospitalización, ya que en sus espacios los gatos cuentan con esta doble altura.
La hospitalización
Ese área, la de los ingresos, también es acristalada, explica Ventura, para que los animales no se sientan encerrados, ya que en todo momento ven el movimiento de los sanitarios. En esta sala se pone en práctica la musicoterapia para animales, con música relajante realizada a propósito y diferenciada para gatos y perros, cuya efectividad, señala Ventura ha sido estudiada por universidades inglesas y norteamericanas.
Jesús Ventura destaca entre los servicios del hospital la nueva posibilidad del banco de semen al que ya han recurrido los clientes. «Hemos tenido que castrar a un perro porque tenía un tumor en los testículos, pero como la dueña quería cruzarlo y además la perra está ahora enferma ha optado por congelarlo para un futuro». También resalta el servicio de spa, que se utiliza en rehabilitaciones musculares o en el tratamiento de problemas de la piel de los perros; y el de la laparoscopia.
La ampliación del hospital también ha permitido la creación de una sala para conferencias en la que se impartirán cursos a veterinarios y próximamente a propietarios, sobre todo de comportamiento animal.
