El Ayuntamiento de Valencia ha ordenado, a través de su Servicio de Contaminación Acústica, la suspensión del funcionamiento de las campanas de la Iglesia de San Nicolás después del examen de unas quejas relativas a las molestias que ocasionan.

La resolución indica que el pasado 13 de enero se llevó a cabo un informe por parte de dicho servicio, tras el cual se requiere a la iglesia «la adopción de las medidas correctoras oportunas, así como su comunicación por escrito a este Servicio de contaminación Acústica, aportando factura, certificación o cualquier otro documento acreditativo de las medidas adoptadas». Pero la diligencia, enviada al párroco de la iglesia, Antonio Corbí, indica que, mientras se subsanan las deficiencias „mientras se atempera el sonido de las mismas„, el tañido de las campanas debe quedar suspendido «dada la superación de los límites permitidos. Requiere al responsable de las mismas „lógicamente, el párroco„ «la suspensión inmediata de su funcionamiento hasta que, por parte del Servicio se constante la efectiva corrección de las deficiencias». La parte interesada dispone de quince días para alegar antes de la ejecución efectiva de la diligencia.

El campanario de San Nicolás forma parte del complejo de la llamada «Capilla Sixtina valenciana», que se ha convertido en un foco de atracción turística tras la restauración de los frescos de la iglesia, llevada a cabo por la Fundación Trinidad Alfonso.

De las campanas de San Nicolás, sólo una es centenaria, el «Vicent», que data de 1755, dos años antes de que finalizara la construcción del campanario, que fue la única que se salvó en la Guerra Civil „de hecho, fue lanzada desde el campanario al suelo, pero fue recuperada sin que su metal fuera reutilizado„.

El resto de campanas son Colau (1947), Triple (1947), Pere la gran (1948) y Miquel (1976). El campanario fue restaurado en el año 2007 como lo recuerda una lápida conmemorativa situada en la base del mismo.

El campanario fue iniciado en 1658, según la inscripción de una lápida, «a expensas de Jerónimo Ferrer comerciante y de Paula Escorihuela cónyuges».

Hace ahora poco más de un año, las campanas fueron noticia por ser volteadas manualmente después de 43 años en que funcionan de forma mecánica con un motor.