La síntesis de toda su trayectoria. Así presentó Santiago Calatrava su primer proyecto en la capital británica el pasado jueves, que transformará la Península de Greenwich, el distrito cultural emergente de Londres. El plan del valenciano cuenta con una inversión de más de 1.000 millones de euros para lo que será el proyecto de regeneración urbana más grande de Europa, con una superficie de 130.000 metros cuadrados. En concreto, el arquitecto de Benimàmet construirá una plaza cubierta de más de 24 metros de alto con galerías de cristal, tres torres de oficinas y un puente que conectará la superficie de 130.000 metros cuadrados con el Támesis.

La llegada de Calatrava a la capital británica ha sido recibida de manera desigual, ya que la prensa inglesa ha puesto el foco mediático en el arquitecto, al que considera un profesional «con una gran reputación mundial, no sólo por sus relucientes estructuras, sino por dejar un rastro de retrasos, presupuestos inflados y costosas demandas», tal y como publicó ayer el periódico The Guardian. Este medio ha sido especialmente duro con el valenciano, al que acusa de presentar una serie de «figuras unidas en un único collage estereotipado», que según el medio, parecen proceder de sus «antiguos trabajos» „ como las tres torres que iban a ser construidas junto al Ágora en Valencia„, y de los de otros arquitectos. «Sus torres lumpen parecen imitar a las del arquitecto danés Bjarke Ingels», añade el medio.

The Guardian no sólo es crítico con el arquitecto, sino con España. «El proyecto representa una falta total de imaginación, producto de un país recientemente aislado que avanza con dificultad, intentando alcanzar desesperadamente a el resto de países, dispuestos a tomar sus sobras y dispuestos a perseguir la inversión en el extranjero a toda costa», asegura The Guardian, que apostilla: «Por lo menos podremos decir que tenemos un puente de Calatrava». El medio también advierte sobre los «sobrecostes» de los anteriores proyectos del arquitecto de 65 años, como el de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que costó «casi el triple de lo que se había presupuestado inicialmente» „casi 1.000 millones de euros en total„, o el «Oculus» de Nueva York, la estación de metro situada en el World Trade Center que «costó el doble de su presupuesto original» „más de 3.700 millones de euros de coste total„. El proyecto supondrá la edificación en los próximos años de 15.720 viviendas en siete áreas nuevas: el primer gran estudio cinematográfico del centro de Londres; un nuevo distrito de diseño; escuelas, oficinas, servicios de salud y espacios públicos; todo esto rodeado por 1,6 millas del río Támesis.

El valenciano presentó su proyecto junto al alcalde de Londres, Sadiq Khan, y representantes del grupo Knight Dragon „encargado de las obras del distrito„ que ha elegido a Calatrava por «sus diseños de vanguardia y por su experiencia en intercambiadores de transporte». El arquitecto valenciano ha construido en ciudades como Malmö (Suecia), Venecia (Italia), Buenos Aires (Argentina), Chicago (Estados Unidos) o Hong Kong (China).