Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) y la Fundación Bancaria La Caixa negocian los últimos flecos para la llegada del CaixaForum a l'Àgora del complejo científico-cultural que diseñó el arquitecto Santiago Calatrava. Los departamentos jurídicos de ambas entidades estudian para cuánto tiempo será la concesión, que varía entre los 50 y los 70 años, según confirmaron a Levante-EMV varias fuentes conocedoras del proceso. La idea del Gobierno valenciano es que la cesión del espacio sea para medio siglo, mientras que la fundación que preside Isidre Fainé pretende conseguir veinte años más.
Como contó este periódico la pasada semana, la presentación del proyecto cultural de CaixaForum se realizará en los próximos dos meses y solo faltan por cerrar algunas legalidades y cuadrar agendas entre Fainé y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para el acto oficial. Uno de los puntos que todavía se negocia es el tiempo de la concesión. Aunque hay divergencias entre los años que el espacio será utilizado por la Fundación Bancaria La Caixa, fuentes conocedoras de este tipo de contratos explicaron que los razonable serían cincuenta años y no 70.
Cabe recordar que el actual concesionario, Avanqua (empresa de Aguas de Valencia que también gestiona l'Oceanogràfic) tiene la concesión para 15 años aunque con una diferencia sustancial, CaixaForum requerirá de una fuerte inversión que tendrá que amortizarse en una largo periodo de tiempo, por lo que parece razonable un contrato largo. Lo que no está claro es si la Fundación Bancaria La Caixa acabará pagando un canon, como Avanqua en la actualidad, o correrá con los gastos de mantenimiento del edificio a cambio de su ocupación.
Antes de la llegada de CaixaForum la Generalitat invertirá cinco millones de euros en el cerramiento de la cúpula de l'Àgora. Una solución fuera de proyecto que descarta el remate final del edificio con unas lamas blancas, como había previsto el arquitecto en el proyecto inicial. Es la solución más económica puesto que haber finalizado el edificio habría costado más de 13 millones de euros con lo que la factura final del último edificio de Cacsa habría superado con creces los 100 millones de euros.
Para la consecución del proyecto cultural de CaixaForum ha sido necesario poner de acuerdo a cuatro interlocutores. Primero conseguir la renuncia de Avanqua a la gestión de l'Àgora. Segundo, que el arquitecto Santiago Calatrava diera su autorización para que el edificio que diseñó albergue este edificio interno, que será en forma de cubo como adelantó este periódico. La tercera pata fue la Generalitat, que a instancias del presidente Ximo Puig pidió a la Fundación Bancaria La Caixa que instalara un CaixaForum en el emblemático edificio. Fue clave también la retirada de la demanda contra Cacsa de Parques Reunidos, el anterior concesionario de l'Oceanogràfic.
