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El 'río verde' que recorre la ciudad

Declaración BIC para proteger el Jardín del Turia

La Academia de San Carlos insta a la Generalitat a declarar Bien de Interés Cultural el antiguo cauce para darle una protección patrimonial completa - El plan de ordenación de los años 80 «ha quedado superado» por los nuevos usos y circunstancias

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Blindaje para el Jardín del Turia

La junta general de la Academia de Bellas Artes de San Carlos aprobó este martes, a propuesta de su presidente, Manuel Muñoz, instar a la Generalitat a que declare Bien de Interés Cultural (BIC) el antiguo cauce del Turia al objeto de dotar al principal parque urbano de València de una «más completa protección patrimonial». Entiende la academia que el plan especial de reforma interior del Jardín del Turia (plan Bofill), aprobado en 1982 y que recogía los criterios de ordenación y protección del jardín, «se ha visto superado» por los usos, las circunstancias socioeconómicas, políticas y culturales de la ciudad, «perdiendo por el camino parte de la esencia que impulsó su planificación».

Los académicos abogan por abrir un debate sobre el futuro del gran pulmón verde de València, «un símbolo de la conquista ciudadana que nació en los años 70 bajo el lema 'El llit és nostre i el volem verd'». Una reflexión que aborde la ordenación del río verde que vertebra la ciudad de manera integral (algo que no hacen los diferentes planes urbanísticos y de protección aprobados en los últimos años). Un debate donde se pongan sobre la mesa asignaturas pendientes como la reducción del tráfico en las márgenes del antiguo cauce, en especial, en los tramos más monumentales, como el de las torres de Serranos y el Museo de Bellas Artes San Pío V.

La academia destaca que «siguen sin resolverse» el encuentro del río con el mar, su conexión con el resto de espacios verdes y equipamientos públicos de la ciudad a orillas del propio jardín, la relación con el tráfico intenso a ambos lados o incluso la recuperación de la memoria fluvial.

La resolución de la academia ,a la que ha tenido acceso este diario, está avalada por un informe técnico de la arquitecta Natalia Gómez-Ferrer que analiza las circunstancias y los usos actuales del Jardín del Turia, tanto deportivos como culturales y de ocio y salud, y que fue debatido por la Sección de Arquitectura de la academia en las sesiones del 23 y 30 de enero pasados.

El BIC del Jardín del Turia debería, según propone la academia, incluirse en la categoría de Parque Cultural «por tratarse de una espacio que contiene elementos significativos del patrimonio cultural integrados en un medio físico relevante por sus valores paisajísticos y ecológicos» y que se ajusta, por tanto, al artículo 26 de la ley valenciana de Patrimonio Cultural.

La academia de Bellas Artes, uno de los órganos consultivos de la Generalitat, insta así a la Conselleria de Cultura a incoar el expediente para la declaración del antiguo cauce, desde Quart de Poblet hasta la antigua desembocadura, como Bien de Interés Cultura.

Usos respetuosos

La declaración BIC tendrá, según la resolución aprobada por la academia, la finalidad de establecer unos criterios de protección y unas normas de intervención unitarias en toda la extensión del antiguo cauce y su entorno que, a su vez, permitan actuaciones respetuosas con la identidad del antiguo cauce cuya historia ha conformado la ciudad de Valencia.

Otorgar la máxima protección al antiguo cauce, donde ya existen elementos protegidos como el pretil y los puentes históricos, implicaría la aprobación de un plan especial de protección donde se regularían los usos y el futuro de este parque de uso intensivo. Un entorno de protección donde deberá delimitarse el perímetro de las márgenes del río, estudiando «en profundidad» la interrelación entre el jardín y los entornos de protección que ya existen para los edificios monumentales que se asientan a sus orillas, algunos de ellos, como las torres de Serranos y el San Pío V con entornos de protección recientemente aprobados.

Su nivel de protección máxima lo pondría «a salvo de contingencias imprevistas en los diferentes planes urbanísticos y de actuaciones parciales descoordinadas entre sus diferentes tramos, quedando así bajo la tutela del organismo cultural de mayor rango de la Comunitat que es la Conselleria de Cultura, apunta la academia. Todo ello, apostilla el órgano consultivo, sin perjuicio de que en el jardín se puedan realizar actuaciones «para su puesta en valor y para adecuar su nueva función de jardín público y eje cultural de la ciudad, en cuyos márgenes se sitúan monumentos, conjuntos y jardines históricos, espacios de valor etnológico, zonas arqueológicas y restos de su pasado».

La protección del antiguo cauce deberá, a criterio de la academia, «salvaguardar su carácter como espacio verde lineal y abierto, con usos mayoritariamente no reglados, sus puentes e infraestructuras históricas, su relación con los espacios culturales de sus márgenes y sus conexiones con otros elementos de la infraestructura verde de la ciudad».

Riesgos que acechan al parque

El actual Jardín del Turia, expone la academia, es un bien patrimonial asumido con orgullo por toda la ciudadanía y que ha sido construido por administraciones de distinto signo político y que al mismo tiempo está recibiendo progresivamente usos e instalaciones que, aunque puedan ser de utilidad social, pueden terminar dada su fragilidad y la existencia de tramos aún por urbanizar, poniendo en riesgo su unidad y su valor cultural, paisajístico y ecológico».

Argumenta la academia que el Jardín del Turia, que en los años 70 se salvó por la presión ciudadana de convertirse en una autopista urbana, es un ejemplo de «apropiación natural y espontánea del derecho al espacio público como parte esencial de la calidad de vida de lo ciudadanos». Son esos valores sociales y antropológicos, además de botánicos, medioambientales y urbanísticos los que convierten este espacio en «un gran contenedor de patrimonio cultural a preservar» añaden los académicos.

El informe preliminar encargado por el presidente de la academia establece incluso la hoja de ruta para la declaración BIC analizando la historia del enclave, de cuya cesión y reconversión en parque urbano se cumplen 40 años, el planeamiento urbanístico vigente, el estado actual y la legislación de aplicación. El informe analiza las características del río tramo a tramo y va acompañado de un reportaje fotográfico sobre el estado actual.

La academia entiende que a la luz de la legislación patrimonial y urbanística vigente, cuyo objetivo es la protección y promoción del paisaje, el planeamiento actual y los planes parciales que se han ido aprobando «no pueden cumplir dicho objetivo».

Antes de dar traslado oficial a las instituciones afectadas, la academia ha dado a conocer la propuesta al ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat.

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