El concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, mantuvo antes de Fallas una reunión con las empresas de reparto que operan en la ciudad para pedirles que vayan adaptando sus negocios a la progresiva peatonalización del centro. La petición se interpreta en dos sentidos: por una parte para que respeten escrupulosamente los horarios establecidos en la ordenanza y la señalización, y por otra para que piensen si pueden desempeñar su labor con un transporte más sostenible, especialmente con bicicletas eléctricas. Como informó ayer Levante-EMV, un dictamen del Comité Europeo de las Regiones recomienda a los estados miembros que el reparto de mercancías dentro de las ciudades hasta 250 kg se haga con bicicletas eléctricas para contribuir al objetivo de lograr urbes más sostenibles y con menor polución.

«En València existen ya muchas empresas que han dado el paso de repartir con bicicleta porque, sobre todo para bultos no muy pesados, es la opción más práctica y barata. Se reducen mucho los costes», asegura el concejal Giuseppe Grezzi. Lo cierto es que desde años en el «cap i casal» funcionan pequeñas compañías de transporte de mercancías que se han adaptado al medio ciclista, pero también comienzan a verse ciclos de grandes multinacionales del transporte e incluso una popular cadena de electrodomésticos ofrece este servicio a un precio muy inferior al reparto motorizado.

«En València estamos creando nuevas zonas de preferencia peatonal y es importante que los repartidores se adapten a este nuevo contexto. Se han de respetar la franja horaria para repartir, pero también han de fijarse en cómo se hace el reparto en otras ciudades con centros peatonales, donde la bici es la mejor aliada en estos casos», explicó el edil de Compromís, que recordó que los nuevos tramos de carril bici de 2´5 metros de amplitud son aptos para que circulen bicicletas de reparto.

Giuseppe Grezzi considera que València «está dando los pasos necesarios» para que los desplazamientos ciclistas alcancen el 15% del total dentro de una década, como pide el dictamen de la Unión Europea. «Es complicado porque acabamos de comenzar con esta transformación y lo más importante es que la ciudad cuente con las infraestructuras necesarias para dar este paso, y en ello estamos. No obstante, creo que diez años es un periodo en el que podemos avanzar mucho y se puede lograr ese objetivo», dijo.