Los participantes en la Dansà a la Verge tienen que decidir en los próximos días si dan el visto bueno al nuevo proyecto para el acto que «viste» la víspera de la fiesta de la Mare de Dèu. Si hasta ahora el festejo estaba dividido en dos partes -infantil por la tarde y adulta por la noche- el proyecto supondría todo un sábado de bailes e incluso extenderlos a la antevíspera. El borrador de proyecto es el resultado de reuniones celebradas por todas las partes implicadas y el ayuntamiento en las últimas semanas.

La actual dansà, a pesar de haber reducido su participación en aras a la operatividad del mismo, es una mezcla entre grupos de baile, tanto del «cap i casal» como de poblaciones y unos pocos grupos de comisiones de falla. El proyecto sería que cada uno de estos colectivos tuviera su propia sesión y, de paso, poder aumentar el número de participantes de cada una.

Así, el viernes (12 de mayo) se crearía una nueva «Dansà» dedicada exclusivamente a comisiones de falla. Actualmente son muy pocas las que forman parte del festejo (Padre Alegre-Enrique Navarro, Blasco Ibáñez-Mestre Ripoll, Almirante Cadarso...) y esto supondría abrir la posibilidad a que otras comisiones, que ya tienen una actuación en la Plaza de la Virgen con los «Balls al Carrer», pudieran hacerlo ante el tapiz de la patrona. Sería el viernes por la tarde-noche y los que estrenarían el ciclo. Esto supondría que las que ahora bailan tendrían que sacrificarse para dar entrada a bastantes más.

El sábado sería una jornada casi íntegramente dedicada a bailar a la patrona. Primero serían los niños, la «dansà infantil» que lleva varios años celebrándose. Después serían los grupos de las poblaciones, que acabarían antes de las ocho de la tarde para que pudieran celebrarse los actos habituales del programa: la Salve y el posterior concierto de la Banda Municipal. A partir de medianoche sería el turno de los grupos de baile, los «profesionales», incluyendo los pioneros en esta actividad. Por una cuestión de operatividad y comodidad en el traslado y de la propia veteranía en el festejo, se considera que los grupos de poblaciones deben actuar el sábado y no el viernes.

Con este desdoble se pretende no sólo aumentar la participación, sino que ésta sea más cómoda y que el propio público pudiera ver la actuación de los suyos con más comodidad.

Lo cierto es que, con el auge que ha tomado el baile tradicional, y a pesar de la reducción del año pasado, el festejo estaba totalmente desbordado tanto entre los que bailan como entre los que miran y aunque es probable que se trate ya de un exceso de bailes, sí que respondería a una demanda.

La figura de la fallera mayor de Valencia y la corte de honor quedaría reservada al papel de invitadas especiales en la última «dansà», la de los grupos. Se cuestiona si en el baile de las fallas también participaría (serían las únicas que bailaran dos veces) o que, por contra, presidieran el festejo.

Las tres sesiones adultas tendrían que respetar la norma de que la totalidad de parejas deben ser mixtas, no permitiéndose las parejas femeninas, algo que sólo se mantendría en la infantil, atendiendo a que es una categoría «vivero». Esta medida fue acordada hace doce meses y venía anunciada de antemano.