El concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, informó a finales de la semana pasada de dos importantes cambios para el transporte de la ciudad. Por un lado, la eliminación del 80% de las plazas de estacionamiento en el carril bus por la noche, y por otro lado el refuerzo de las líneas nocturnas radiales N1 y N6, logrando que ambas rebajen su frecuencia de paso de 45 a 25 minutos.

Esta última medida supone una compensación por la eliminación del infrautilizado «Correnit» inventado en el pasado por el PP, y una apuesta por facilitar los desplazamientos en transporte público por la noche. Hay que recordar que por la ciudad además discurren otras 10 líneas nocturnas. La medida, traducida en cifras, es que de las 2.737 plazas se mantendrá la autorización en 511 y se eliminarán 2.226.

Poniendo el foco en esas dos líneas reforzadas, la pregunta es cuántas plazas de aparcamiento en carril bus se eliminan, cuáles son los «efectos secundarios» de esta «medicina» para mejorar la salud del transporte público nocturno.

La respuesta, tras analizar ambos recorridos (desde el centro a La Torre y al Cabanyal), arroja la cifra de 285 plazas de coche. Actualmente la N1 realiza 5 viajes, el primero a las 22.30 y el último a las 02.10 horas, realizando su final de servicio a las 02.28 horas. Estos viajes, que arrancan en la plaza del ayuntamiento y llegan hasta el Cabanyal para después volver duran en torno a 40 y 45 minutos, excepto el último que no lo hace completo y acaba a mitad de recorrido.

También realiza la N6 5 viajes, arrancando a la misma hora, pero finalizando a las 02.00, en este caso hasta La Torre. En esta línea los viajes son ligeramente más cortos, si bien la concejalía habla de media en ambas líneas de 45 minutos. Ahora destinándole los recursos del suprimido Correnit, bajarán a 25 minutos, lo que supone que aproximadamente, revisando ambos horarios (que serán los mismos), juntas realizarían unos 19 viajes.

Esos 19 autobuses transcurren por un recorrido en el que hasta el de 10 abril podrán estacionar 285 plazas.

En el caso de la línea N1 son 140 plazas. Su trazado arranca en la plaza del ayuntamiento y pasa por la calle de las Barcas donde existen 21 plazas permitidas, y a continuación circula por Pascual y Genis, donde hay otras 39. A continuación, este autobus llega hasta Gran Vía Marqués del Turia, a la altura del número 8. En esta vía circula por un carril en el que se permiten 27 plazas, a las que hay que restar las aproximadamente tres que no «pisa», desde el número 2 al 8. Posteriormente en su trayecto hasta el Cabanyal circula por la avenida de Aragón y Blasco Ibáñez, donde no se puede estacionar. A su vuelta al centro de la ciudad circula por Colón (donde se segregará el carril bus), pero por una zona en la que no está permitido. Por lo tanto se anulan en torno a 128 plazas.

El camino a La Torre

Por lo que respecta a la N6, arranca desde la calle de la Sangre hacia Les Garrigues y la calle Quevedo donde hay permitidas 38 plazas para coches. A continuación este autobus llega a la calle Jesús donde recorre el espacio en el que caben otros 31 vehículos, para conducir finalmente por San Vicente hasta La Torre y volver por la misma arteria de la ciudad, lo que suponen otras 88 plazas para vehículos. En total 157 plazas de estacionamiento para vehículos particulares.

Cabe recordar que esta ordenanza que permite aparcar en el carril bus de toda la ciudad fue una idea del gobierno de Rita Barberá lanzada en 1999 y que ha supuesto que a lo largo de todos estos años una opción muy recurrida sobre todo para quienes cogían el coche para desplazarse a zonas de ocio, muy especialmente los vecinos del área metropolitana y otros municipios que no cuentan con servicio de metro de madrugada. La prohibición de este tipo de estacionamiento se hará efectiva a partir del 10 de abril y en aquellas calles en la que sí se permita se establecerá un nuevo horario: de 22.30 a 07.00 horas, una hora y media menos que en la actualidad.

El concejal de Mobilitat apuntó a los parkings como una posible alternativa al recordar que por ejemplo solo en el centro hay unas 3.000 plazas disponibles. Las concesionarias no abren actualmente sus parkings los fines de semana per trasladaron al concejal su voluntad de estudiar la posibilidad de abrir.