El conflicto por el coste del servicio de bus de la EMT, que se cerró en septiembre de 2016 tras cuatro años de desencuentros entre el «cap i casal» y los municipios aledaños, ya dejó claro que la «movilidad» de València tiene, le guste o no a sus gobernantes, una inmediata repercusión metropolitana. El anuncio realizado ahora por el concejal Giuseppe Grezzi sobre el fin de la posibilidad de aparcar en el carril bus por la noche, ha vuelto a tener una amplia, contundente y hasta cierto punto diversa, contestación por parte de los ayuntamientos de l´Horta, habida cuenta de que gran parte de los damnificados serán los vecinos de esta comarca que no cuentan con un transporte público barato e integrado que les permita acercarse a la ciudad en horario nocturno sin tener que coger el coche.

«València no puede tomar medidas aisladas sin pensar en el cinturón metropolitano -advirtió ayer el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo-. Si no, volverá a caer en los errores que nos ha llevado a una capital que se mira el ombligo y que ha fracasado». El dirigente socialista recomendó que «la mejora del servicio nocturno de EMT debe ir acompañado de un servicio nocturno de fin de semana de metro y tranvía, además de aparcamientos disuasorios». «Si pensamos en un modelo europeo de movilidad -continuó-, debemos actuar coordinados conselleria y ayuntamientos afectados». «Es una decisión valiente, pero sin la participación de todos los actores, será ineficaz por incompleta», resumió Sagredo.

Carlos Fernández Bielsa, presidente de la Mancomunitat de l´Horta Sud ?que integra a 20 municipios?, apuntó que los alcaldes «estamos a favor de medidas que promuevan la movilidad, pero se deben tomar en paralelo con una mejora sustancial del transporte público. De no ser así, se produce el rechazo que está causando». Bielsa abogó porque «también se nos pregunte a nosotros» en decisiones que afectan «a la inmensa mayoría de l´Horta, pese a que en este caso debe ser el Ayuntamiento de València el que lo solucione». «Que se mire no sólo por los 800.000 vecinos de la capital, sino por los casi dos millones del área metropolitana. Si cada alcalde mira a su campanario, no mejoramos la vida de la gente», añadió el también regidor socialista de Mislata.

Elvira García, alcaldesa del PSPV de Alaquàs, abogó por un «debate metropolitano». «València no puede realizar actuaciones así sin plantearse las circunstancias que afectan a su área metropolitana. Ha de recordar que somos muchos municipios autónomos con nuestros criterios e identidad propia, y cuando sus decisiones nos repercuten es necesario el contacto y el consenso para que aportemos nuestras ideas». Y Guillermo Luján, alcalde de Aldaia y también del PSPV, afimó que, si bien compartía su objetivo final, la medida propuesta por Grezzi, «no va a solucionar el problema sino dificultar que la gente de los pueblos vaya a València. El camino es fomentar un transporte público adecuado para el área metropolitana». Como sus compañeros, Luján destacó el «error» de que «València solo mire a València para tomar sus decisiones sin contar con la comarca».

Mas escuetos en sus valoraciones se mostraron los alcaldes de Burjassot, Rafa García, y de Torrent, Jesús Ros. El primero advirtió que la prohibición de aparcar por la noche en el carril bus «no solo afectará a los vecinos de Burjassot que buscan ocio en València, sino a los hosteleros y empresarios de València que los reciben». Por su parte, Ros no quiso entrar a valorar si la medida impuesta por Grezzi «es buena, mala o regular» ya que, según defendió, «no afecta directamente a la vida municipal de Torrent».

Medidas valientes

Para encontrar comprensión en l´Horta, el concejal de Mobilitat Sostenible tiene que mirar a sus compañeros de partido. Así, el alcalde de Puçol, Enric Esteve, aseguró que la medida es necesaria «si lo que se quiere es una ciudad amable para las personas», aunque también reconoció que debería venir acompañada por una mejora en el servicio de transporte público.

La alcaldesa de Paiporta, Isabel Martín, también pidió que se refuerce el servicio nocturno de metro al tiempo que defendía que la medida del carril bus «va en consonancia con una política encaminada hacia la movilidad sostenible». «Si se permite el aparcamiento nocturno -justificó- se está menospreciando el papel del transporte público y dando imagen de que el problema del aparcamiento lo causa reservar un carril para el autobús». Martín aseguró que la idea de Grezzi, «junto a otras de su área, favorecerán el uso del transporte colectivo y creo que es totalmente acertada». Martín sostuvo que los cambios «siempre comportan opiniones diversas, pero hay que actuar con valentía. En la peatonalización de calles también ha habido voces en contra y el tiempo ha demostrado que el cambio ha sido bueno para la movilidad y un motor para el comercio».