La concejalía de Mobilitat Sostenible avanzó ayer un acuerdo con cinco parkings del centro para ofrecer 1.420 plazas con tarifa plana en horario nocturno, apenas una semana después de anunciar la prohibición de aparcar en el carril bus y aflorar un importante desencuentro entre los socios del Govern de la Nau. Tanto PSPV como València en Comú, socios de gobierno de Compromís, se mostraron visiblemente molestos por la premura de la medida, al tiempo que reclamaban a Joan Ribó alternativas serias que minimicen el impacto que supone perder ocho de cada diez plazas de aparcamiento. Giuseppe Grezzi mueve pues ficha - en la mañana de ayer lo comunicó a Sandra Gómez y Jordi Peris-, y a partir del próximo fin de semana aparcar por las noches en el centro costará entre 5 y 6'95 como máximo. La negociación se ha cerrado en los últimos días con las empresas Aza, Empark e Interparking para sus aparcamientos en Barón de Cárcer, el Mercado de Colón, Glorieta, Porta de la Mar y Russafa.

Con estas nuevas tarifas máximas, los clientes pagarán menos si su estancia en el aparcamiento no alcanza ese importe. La puesta en marcha de la iniciativa de Grezzi, aplazada hasta mayo tras las objeciones de socialistas y de València en Comú, sigue contando con la oposición frontal del sector de la hostelería, que ha reclamado voz y voto en la mesa de la movilidad. Grezzi apuntaba ayer que no habrá marcha atrás, porque en los estudios que manejan se cifra en 1.500 los vehículos que aparcan entre viernes y sábado en el carril bus, mientras que de domingo a jueves solo lo hacen 250 «para una ciudad con 430.000 turismos». «Desde 1999 se han creado 26 parkings en València, con 8.000 plazas, además no hacen más que reclamarnos el Parking de Brujas», apuntaba Grezzi.

«La ocupación nocturna de los parkings no superaba el 10% de ocupación», esgrimía. El edil de movilidad, además, está convencido de que en las próximas semanas «más aparcamientos podrían sumarse a la iniciativa», que contempla una tarifa máxima de 6'50 euros - el precio será inferior si la estancia no alcanza ese tope-. Solo el Parking Russafa de Grupo Aza ofertará las 750 plazas de aparcamiento subterráneo de su aparcamiento de la calle Russafa, 8 - bajo la nueva zona comercial del Pasaje Doctor Serra- a los usuarios que las utilicen en horario nocturno entre las 22 horas y las 10 horas del día siguiente. En Ciutat Vella, el Parking Avenida del Oeste-Vinatea ofrecerá para sus 230 plazas en rotación una tarifa máxima nocturna de 6'95 euros entre las 22 y las 8 horas. Interparking, mientras, establecerá a partir de la próxima semana una tarifa máxima nocturna de 5'95 euros para los coches que aparquen entre las 21 y las 7 horas en sus aparcamientos de Glorieta/Paz y Porta de la Mar. Además, Interparking ya ofrecía y mantiene su tarifa máxima de 2'95 euros al día - 1'95 en el caso de los domingos y 3'95 si se aparca todo el fin de semana- en las alrededor de 100 plazas de rotación de Santa María Micaela en la zona de Juan Llorens.

El acuerdo con Empark para el parking de Parcent ofrece aparcamiento de lunes a sábado de 15 a 10 horas y las 24 horas de domingos y festivos por 40€ al mes. Por otro lado, Empark rebajará aún más su tarifa máxima de estacionamiento nocturno para las 140 plazas en rotación del Mercado de Colón estableciéndola en un máximo de 5 € - costando 1'5€ la hora si no se alcanza esa cantidad-. Y al igual que en Parcent ofrecerá también un nuevo abono de 40€ de lunes a sábado de 20 a 9 horas y las 24 horas de domingos y festivos. Avapark, Asociación Valenciana de Parkings, y el ayuntamiento se han emplazado al 19 de abril para negociar.

Grezzi niega «reinos de taifas»

«València no es menos que ninguna otra ciudad, y sus empresarios llevan años demostrando que pueden llegar a acuerdos y están a la altura de los de las principales capitales europeas. Avanzar para mejorar en la movilidad en la ciudad no ha supuesto ninguna dificultad», argumentaba.

El concejal de Compromís se defendía de las críticas recibidas por improvisar medidas tan polémicas, alegando que su equipo ha trabajado durante los últimos seis meses en la puesta en marcha de un objetivo que figura en el programa de su partido. A la pregunta de por qué no presentó la prohibición de aparcar en el carril bus sin las alternativas que después le reclamaron desde el equipo de gobierno, Grezzi reconocía que debería haber hablado antes con sus socios, al tiempo que negaba los supuestos «reinos de taifas» dentro del Govern de la Nau. En cualquier caso, defendía su política de movilidad, basada en «empujar las medidas y retirar las ventajas». «El problema aquí es que no se perdona hacer la prueba-error», incidía anoche en el programa Halcones y Palomas de Levante TV.