Miles de turistas paseaban ayer por las calles del centro de València, en la que extranjeros y visitantes de otras partes de España han elegido pasar las vacaciones de Semana Santa. Las imágenes, con el centro histórico repleto de gente, así como el otro polo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, no dejaba lugar a las dudas. Tampoco las cifras, que ayer arrojaban una ocupación del 85%, y unas previsiones del 90%. Algo a lo que el buen tiempo ha contribuido. Solo las reservas hoteleras ya presentan mejores datos que los obtenidos durante la Semana Santa de 2016, tal como adelantaba el pasado martes Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo.

El reclamo de la Semana Santa marinera empieza también a consolidarse como alternativa al turismo de sol y playa. Una parcela, la cultural ligada a las tradiciones, en la que el Ayuntamiento de València quiere también profundizar en esta legislatura, con Sandra Gómez al frente de la concejalía de Turismo. Algunos turistas buscaban ayer sombra, otros, no dudaban en «torrarse» al sol. Pablo y María, una pareja de gallegos, ha venido a València de vacaciones con sus hijos. «Ya hemos visitado l'Oceanogràfic, l'Hemisfèric y ahora queríamos visitar un poco la parte antigua», explicaban ayer. Para ellos, venir a la ciudad no es ningún problema, «hay mucho que hacer», concluían. Otra familia, la de Noelia y Toño vienen de Castilla y León a pasar una semana en tierras valencianas. A diferencia de otros turistas, ellos prefieren hospedarse fuera de la ciudad. «Hemos alquilado un apartamento en Sagunto para quedarnos, así estamos más tranquilos con los niños», apuntaban.

Las vacaciones son, además, una buena oportunidad para pasar tiempo con los amigos. Itxaso y Garazi han venido a ver a un amigo de Puçol. «Nos quedamos una semanita para ver a un amigo. «València nos parece muy bonita y la verdad es que el tiempo es buenísimo». Visitar amigos o reencontrarse con una ciudad que ha sido el contexto de una experiencia como el programa «Erasmus». Así se sentían Lace, Matt y Nina, tres estudiantes de Noruega, Australia y Viena que se reencuentran en València, el lugar donde realizaron una estancia hace dos años. «Iremos a todos los sitios que solíamos ir. Es muy emotivo».

Muchos de los turistas internacionales vienen a València como para en un itinerario de viaje más largo. Max y Caroline, turistas de Cambridge, Inglaterra, cuentan que están en un «tour» y que se quedan cuatro días en València.

Para ellos, «los naranjos son muy bonitos, hay mucha variedad de árboles en la ciudad, es precioso». Además, destacan que en la ciudad «todo es muy barato en comparación con Inglaterra». Isabel y Paul, también ingleses han atracado en València, pues estan de crucero. «La paella... increíble. Hemos alucinado, aunque nos quedamos solo un día». Eso mismo piensa una familia japonesa de viaje en València que ayer degustaba una paella de marisco «la comida mediterránea es extraordinaria», apuntaba. La conclusión es positiva.