La muerte de 421 animales en el refugio de Benimàmet en 2016 aceleró la puesta en marcha de un concurso público para la gestión de estas instalaciones municipales, que dirige la protectora Modepran desde 2011, cuando el PP adjudicó «a dedo» el contrato a esta entidad sin ánimo de lucro. Por él recibe un total de 420.000 euros anuales. Según la concejala de Benestar Animal, al tener conocimiento de estas «desorbitadas cifras», puso en marcha todos los procesos administrativos para que se garantice, «cuanto antes», la correcta prestación de este servicio.

Según informó la propia Modepran al Ayuntamiento de València, el pasado año fallecieron en sus instalaciones un total de 385 animales, mientras que otros 36 recibieron la eutanasia por su delicado estado. Modepran dio en acogida 523 perros o gatos, mientras que 208 fueron devueltos a sus propietarios y 72 se cedieron a otras protectoras. A finales de 2016 las instalaciones de Benimàmet cerraron con un total de 488 animales, en unas instalaciones en las que técnicamente tienen capacidad para 100 canes.

Desde que hace unos meses Tello anunciara la licitación de este concurso, la protectora Modepran se ha enfrentado abiertamente con la concejala de Bienestar Animal, a la que acusan de «mercantilizar» en la futura adjudicación la recogida de animales abandonados, favorecer los intereses de las empresas privadas frente a las asociaciones sin ánimo de lucro y poner en peligro la vida de 300 animales. Pero la edil de Compromís no solo negó ayer todas estas acusaciones, sino que denunció «una campaña sistemática» en las redes sociales en las «se está atentando reiteradamente contra mi honor, con calumnias y difamaciones» que podrían acabar en futuras acciones legales.

Concesión del PP

Modepran entró a gestionar las instalaciones de Benimàmet en 2011, «tras la quiebra de anterior protectora, a la que el PP adeudaba más de 11 mensualidades», aseguró ayer Tello. «El PP decidió dar a dedo a Modepran la gestión del refugio con una serie de condiciones que no se han venido cumpliendo. El convenio firmado expiraba en septiembre de 2016, y desde entonces funcionan con una prórroga», explica la edil de Compromís.

«El convenio establecía, además de la gestión de la recogida de animales y del refugio de Benimàmet, el control de colonias felinas. Además, para evitar la saturación de animales, se pedía un centro zoológico homologado, que es el que tienen en Carlet, aunque habría que comprobar que cumple con todos los requisitos. Cuando llegué a la concejalía y visité Benimàmet vi que estaba en una situación dramática. Estaba todo hecho un desastre. Desde el servicio técnico se advirtió que Modepran -que funciona con voluntariado- no cuenta con la estructura para dar un buen servicio, por lo que dimos el paso de sacar a concurso público este servicio», justifica Glòria Tello.

Sin embargo, lo que aceleró el proceso fue comprobar «la desorbitada cifra de muertes de animales en el centro». «El convenio habla de ´sacrificio cero´ y nuestra licitación también tendrá esta cláusula como condición indispensable, pero que se mueran más de 400 animales en un año... Algo falla. Sé que tienen buena voluntad, pero no puede seguir así el centro», aseguró Tello.

La concejala de Benestar Animal asegura que han recibido muchas quejas ciudadanas de personas que han adoptado animales «y se los han entregado sin chip o sin vacunar, y luego no se les ha hecho ningún control». «Algunas protectoras han de asumir animales de València porque Modepran no puede, y también tienen requerimientos de la Conselleria de Medio Ambiente por las condiciones, pero lo más grave es la muerte de animales y también la falta de información», sostuvo ayer la edil de Compromís, que ha decidido «municipalizar» las instalaciones.