La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València dará hoy el visto bueno al derribo de las pasarelas peatonales de la Avenida del Cid. De una tacada se aprobará el proyecto básico de demolición, la contratación de las obras, cuyo plazo máximo de ejecución será de seis meses; y la licitación de las mismas con un precio base de 574.150 euros. El proyecto incluye también la instalación de semáforos y pasos peatonales que sustituirán a las pasarelas y permitirán a los viandantes cruzar de un lado a otro al nivel de la calzada.

Las cinco estructuras están ubicadas en los cruces de la Avenida del Cid desde las calles Hermanos Rivas, Burgos, José Maestre-Rincón de Ademuz, Casa de Misericordia-San Miguel de Soternes y Marconi.

Desde un primer momento, su eliminación ha sido uno de los objetivos del nuevo Govern de la Nau, pero también ha habido voces discordantes, particularmente de los vecinos de Nou Moles, que entienden que el cruce a pie llano de la avenida, una de las más anchas de la ciudad, puede generar problemas de seguridad para los viandantes y ralentizar el tráfico de entrada por la carretera de Madrid.

Hoy, sin embargo, la Junta de Gobierno Local dará el impulso definitivo al proyecto. Tal como ha manifestado el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, las pasarelas suponen una «barrera física» que «dificulta la movilidad de las personas con movilidad reducida» e «impide la conexión entre los barrios de la Olivereta».

De hecho, asegura, las obras garantizarán la seguridad de los peatones con nuevos pasos que formarán parte de la reordenación semafórica que llevará a cabo la Delegación de Movilidad, que dirige Giuseppe Grezzi.

La actuación tiene un plazo de ejecución previsto de seis meses y un coste de 574.150 euros, que serán financiados en un 67,4% por el Servicio Municipal de Mantenimiento de Infraestructuras, y en el 32,53 % restante por el Servicio de Movilidad Sostenible.

El proyecto se enmarca en el objetivo del Govern de la Nau de convertir València en una ciudad «más amable con sus ciudadanos», asegura Sarrià.Construcción de los setenta

Las cinco pasarelas de la Avenida del Cid se construyeron en los años setenta para facilitar el tránsito de los vecinos entre barrios y agilizar el entonces creciente tráfico de vehículos procedentes de la carretera de Madrid, el principal acceso a la ciudad junto con el de Barcelona.

Cuarenta años después, esas pasarelas se encuentran en mal estado y tienen, esencialmente, un problema de accesibilidad para personas con movilidad reducida, que el argumento principal del ayuntamiento para su eliminación.

El proyecto municipal también incluye la construcción de un carril bici que correrá toda la avenida desde el puente de Xirivella hasta la Plaza de España, lo que supone una nueva imagen y un nuevo concepto de movilidad para toda la zona.

Si todo va según lo previsto (concurso, adjudicación, contratación y ejecución), las obras podrían desarrollarse a lo largo de este año y principios del año que viene.