Si había alguna duda de que las cosas se ven de modo muy distinto cuando se está en la oposición o en el gobierno, el alcalde de València, Joan Ribó, ha dado prueba de ello con su posición acerca de los coches oficiales y los lugares en los que que pueden dejarse o aparcarse. Lo que en el año 2012 le hacía «bullir la sangre» ahora es una cuestión normal amparada por permisos especiales del propio consistorio.

Como ha venido publicando este periódico, en las últimas semanas un escolta de Ribó ha sido sancionado por dejar el coche oficial en una salida de emergencia de la Fonteta y negarse a quitarlo cuando así se lo pidió la Policía Local; y otro vehículo de la seguridad del alcalde ha sido multado por aparcar en la calle Arzobispo Mayoral, que está detrás de la casa consistorial y es peatonal.

Ambas circunstancias han crispado las relaciones entre la Policía Local y los escoltas y Joan Ribó se ha posicionado claramente a favor de estos últimos. A preguntas de la prensa recordó que los vehículos oficiales tienen permisos especiales para aparcar delante del ayuntamiento y también en la citada calle, lo mismo que otros organismos públicos como la Junta Central Fallera. Es decir, estaban obrando bien.

Tan clarificador mensaje no casa, sin embargo, con posturas defendidas por el alcalde cuando estaba en la oposición y hacía del uso del vehículo oficial uno de sus caballos de batalla contra el anterior gobierno del PP.

En un artículo publicado en este periódico, Ribó se refería a un coche oficial, del que daba la matrícula, que veía aparcado habitualmente en la calle Arzobispo Mayoral, «una calle peatonal donde, por cierto, no está permitido aparcar ningún vehículo», decía. «No me sorprendió la imagen, es habitual, pero me bullía la sangre», aseguraba.

Es más, a continuación se refería en los mismos términos a otro caso similar del que le dio cuenta un vecino. «Un ciudadano indignado me hizo llegar una fotografía de un coche (el mismo que antes) aparcado en la salida de emergencia del polideportivo Virgen del Carmen de Beteró», lamentaba el entonces concejal.

Pero no fue únicamente Ribó quien se quejó de los supuestos privilegios de los coches oficiales en tiempos del PP. Su delegado de Movilidad, Giuseppe Grezzi, publicó numerosos mensajes en las redes sociales sobre este asunto cuando era asesor de Compromís en la oposición.

«Con coche oficial aparcado en calle peatonal y delante de aparcabicis... Razón PP-Valencia», decía en uno de ellos. Y en otro escribía: «Hola Policía Local, el coche oficial de Rita Barberá estaba aparcado en carga y descarga del Mercado Central».

En ambos casos, el ahora concejal de Movilidad mostraba fotos de la presunta irregularidad.

Tras los recientes incidentes del escolta en la Fonteta y la multa al vehículo oficial aparcado en Arzobispo Mayoral, Grezzi no se ha pronunciado.