El arquitecto Santiago Calatrava mantiene la esperanza de que más adelante se coloquen las lamas que originariamete debían coronar la cubierta de l´Àgora. Por lo pronto, el edificio se cerrará sin ese remate, pero su intención es dejar los anclajes y conservar las grandes estructuras de hormigón que llevan una décadas almacenadas en un solar próximo a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) y que esta entidad, precisa, ha decidido no colocar.

Como ha informado este periódico, este mes se han iniciado los trabajos para cerrar la inconclusa cubierta de l´Àgora y dejarla en condiciones para albergar en su interior el gran proyecto cultural CaixaForum. Los responsables de Cacsa han llegado a un acuerdo con el autor del edificio, Santiago Calatrava, para hacer un cierre más humilde que el previsto inicialmente por el arquitecto de Benimàmet, dejando de lado la famosa «cresta» móvil compuesta por soportes hidráulicos y lamas de hormigón y abordando un cierre de obra simple que evite goteras o problemas en la estructura. De los 20 millones que podría costar el cierre original, se ha quedado en 4,6 millones ahora.

Santiago Calatrava, sin embargo, no da por descartado ese proyecto original. Según han indicado fuentes de su despacho, ahora no se montarán esas lamas, pero «se ha previsto la posibilidad de montar en el futuro los elementos que faltan, de manera que el edificio pueda completarse según el diseño original». Eso significa que las lamas, cuyo coste se aproxima a los dos millones de euros, seguirán almacenas en los solares de la Ciudad de las Ciencias hasta que se adopte una decisión en ese sentido.

Por lo pronto se van a abordar los trabajos del cerramiento de l´Àgora en dos fases. Tras el montaje de los andamios, «se desmontarán los elementos provisionales y se sanearán aquellas partes que pudieran haberse deteriorado por la exposición a la interperie de la cubierta, sin rematar durante estos años».

Reutilización demateriales

Y en una segunda fase se procederá a instalar el sistema de cubierta, que «será similar al previsto en el proyecto», reutilizando todos los elementos posibles «para reducir los costes».

Al final, el aspecto de la cubierta no ofrecerá variaciones importantes respecto a la actualidad. Según las fuentes, los lucernarios seguirán siendo de cristal y la cubierta metálica seguirá siendo también igual.

Lo que se va a hacer es retirar los elementos provisionales que se instalaron para hacer la obra y quitar los elementos deteriorados por el paso del tiempo. «Se reconstruirán todas las partes necesarias manteniendo el diseño original, con un matiz, que se ajustarán los remates de la cubierta a la decisión de Cacsa de no montar la cubierta móvil en este momento», pecisan.

Abundando en el asunto, las fuentes explican que «lo único que no se va a instalar son los elementos móviles de la cubierta a petición de Cacsa, aunque se va a dejar preparado el edificio para que, en el momento que la entidad lo considere oportuno, se puedan instalar».

Según informaron en su día fuentes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Santiago Calatrava se ha mostrado colaborador en todo momento y ha sido su despacho el que ha aceptado y diseñado el cierre del edificio, que próximamente albergará el CaixaForum.

Los trabajos han comenzado en este mes y la previsión es que duren todo el año.