La Marina de València, concretamente su ampliación norte, se ha revelado como uno de los refugios de la nacra, un molusco que puede llegar a un metro de envergadura y que se encuentra en peligro de extinción debido a una infección cuyo origen aún no se conoce. La extremada limpieza de estas aguas permite sus supervivencia y también el trabajo de los investigadores, concretamente del Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (Imedmar) de la Universidad Católica de Valencia (UCV), que ha iniciado una campaña de recolecta de ejemplares de nacra (Pinna nobilis) en colaboración con el equipo de la Marina y l´Oceanogràfic. El objetivo es contribuir a su reproducción en cautividad y evitar su extinción.

Este molusco se ha podido detectar en las aguas de la Marina norte por su extremada limpieza. De hecho, la Marina de València lleva tres años colaborando con l´Oceanogràfic para que puedan recoger en estas aguas distintas especies marinas que habitan allí y que después pueden observarse en sus diferentes acuarios.

La nacra, el molusco bivalvo más grande del Mediterráneo, puede llegar a medir un metro y vivir hasta 20 años. Actualmente está sufriendo «una alarmante mortalidad y resulta vital encontrar vías para su conservación», aseguró el biólogo José Tena, director del Imedmar. «Hasta la fecha no se conocen con certeza las causas de este episodio de mortalidad, si bien todo parece apuntar a una infección que sufren de manera específica los ejemplares de nacra», dijo Tena, quien asegura que «con estas investigaciones se contribuirá de manera notable a mejorar las poblaciones de la especie».

La campaña de recolección de nacra forma parte de los estudios que el Imedmar realiza para un proyecto de conservación del molusco en la Bahía Boka Kotorska

(Montenegro), financiado por la Fundación Alberto II de Mónaco.

El proyecto llevó a investigadores de la UCV a aguas del país balcánico hace unos meses y continúa ahora con la Marina de València como punto de extracción de ejemplares para las pruebas experimentales, en las que se estudiarán las posibilidades de mantenimiento en cautividad de esta especie amenazada y endémica del

Mediterráneo.

Reproducción

Según indica el investigador José Rafael García March, coordinador del proyecto, los ejemplares recogidos en la Marina de València servirán para desarrollar la reproducción en cautividad de la nacra, mediante ensayos que se llevarán a cabo tanto en la estación marina del instituto en Calp como en dependencias de l´Oceanogràfic de València.

March espera obtener gametos viables «entre mayo y junio» del presente año, y tras su fecundación, se iniciará una nueva fase del estudio centrada en cerrar el desarrollo larvario y la cría de juveniles de Pinna nobilis en cautividad. Además, ocho ejemplares serán monitorizados de modo continuo mediante sensores, en colaboración con el Instituto de Biología Marina de Kotor (Montenegro) y el Instituto Oceanográfico Paul Ricard de la Isla des Embiez (Francia).

El proyecto en su conjunto, que comenzó en 2016, tiene una duración de tres años.