La concejala de Igualtat i Polítiques Inclusives, Isabel Lozano, ha anunciado esta mañana que el Ayuntamiento de València ha abierto la posibilidad de empadronarse en la ciudad a todas los colectivos en riesgo de exclusión social que hasta ahora no podían hacerlo. Así, personas sin hogar, familias que viven en viviendas precarias o aquellas incluso que han okupado un piso tras ser desahuciadas, podrán ahora optar al amplio abanico de ayudas sociales municipales, desde la renta mínima garantizada, pasando por el bono social de la EMT, ayudas a la alimentación, etc.

"Damos oportunidades a una población que hasta ahora era invisible y provocaba que la situación se enquistara en el tiempo sin solución. A todos estos colectivos en riesgo de exclusión social les ofrecemos unos recursos a los que antes no podían acceder", ha explicado la regidora de Compromís.

València se une a Barcelona y se convierte en una ciudad pionera en la intervención social de las personas más vulnerables. Todos los colectivos en riesgo de exclusión social podrán solicitar su empadronamiento en la ciudad, una vez el personal de Servicios Sociales compruebe que vive regularmente en el "cap i casal". Por ejemplo, una persona sin techo se podrá empadronar en el centro municipal que gestione su petición, a pesar de no vivir en ningún lugar concreto.

"Abrimos la posibilidad de inclusión de personas sin techo, que viven infravivienda o vivienda precaria, personas que no tienen contrato de alquiler o no lo pueden presentar, personas que viven en residencias ,albergues o pensiones, y un colectivo que nos preocupa especialmente, las mujeres víctimas de trata, por su alta vulnerabilidad", ha señalado Lozano, que ha añadido que con esta medida el Govern de la Nau pone "fin a las personas invisibles".

Lozano asegura que el Ayuntamiento de València tiene constancia actualmente de 30 o 40 personas podrían beneficiarse de esta nueva medida social, aunque recuerda que en la ciudad hay censadas unas 500 personas sin techo.

Lozano ha explicado que siempre se hará un seguimiento desde Servicios Sociales sobre estas personas para garantizar que siguen residiendo en la ciudad y que no se comete ningún fraude en la gestión de estos recursos. "Creo que es positivo que incluso se produzca algún efecto llamada, porque permitirá integrar a más gente en riesgo de exclusión, que de esta forma podrán optar a planes de formación, educación, ayudas, etc. Sacamos del estado de cronificación de la pobreza a esas personas", ha remarcado.