El Ayuntamiento de València creará una Ordenanza de Convivencia en la que se regularán asuntos como el ruido nocturno, el ocio u otras cuestiones que generan malestar entre los vecinos. Y una de las medidas que se estudiarán es la posibilidad de sustituir las multas del botellón, que se han demostrado inoperantes, por charlas, conferencias, cursos o incluso trabajos en beneficio de la comunidad para aquellos jóvenes que lo practiquen.

Así lo ha anunciado esta mañana la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, durante el congreso organizado conjuntamente con la cátedra Protecpol de la Universitat de València para tratar precisamente el asunto de la convivencia e impulsar la elaboración de la ordenanza, que tardará varios meses y necesitará del consenso de los socios de gobierno, las entidades sociales y vecinales, y las diferentes cocejalías que han de implicarse en la misma.

En este sentido, Menguzzato, acompañada de Paz Lloria, responsable de la cátedra, habló del tratamiento del botellón desde la transversalidad y la prevención.

Y respecto al coste de las charlas o cursos, recordó que la mayoría de los chicos que hacen botellón están escolarizados, de manera que sus propias aulas o centros educativos podrían colaborar en ese sentido.