El pasado fin de semana fue el primero en el que se pudo comprobar los efectos de la entrada en vigor de la nueva regulación del carril bus, que recupera la prohibición de aparcar en la gran mayoría de vías reservadas para el transporte público. En general, el respeto fue muy elevado y apenas se vieron coches incumpliendo la norma, pero las consecuencias para los diversos sectores afectados fue dispar. El sector de la hostelería habló ayer de «desastre» y amenazar con probables despidos tras asegura que la ciudad «estaba vacía» de clientes. Los vecinos de los barrios afectados apenas observaron diferencias respecto a otros fines de semana anteriores. Los taxistas aseguran que encontrar el carril libre de vehículos fue «maravilloso», y aseguran que mantuvieron su clientela habitual. Los aparcamientos concertados con tarifas planas aseguran que es pronto para valorar la medida, pero notaron «más de afluencia» el fin de semana.

Fotur, la Federación de Ocio de la Comunitat Valenciana, hizo un balance duro: «Como ya anticipamos, esta medida ha resultado ser, un completo desastre para el sector, tanto de la restauración, como del ocio. Este fin de semana, Valencia ha estado prácticamente vacía. Empresarios nos confirman, qué si esto sigue así, tendrán que efectuar despidos». «Comprobada, durante el primer fin de semana en vigor de la medida, la falta de funcionalidad de esta medida, solicitamos al Sr. Grezzi, que recapacite, y que esta vez escuche a todas las partes, pues la vida nocturna de Valencia, está muriendo», sentenciaron.

«El fin no es ganar clientes»

Para los taxistas, el panorama fue muy diferente. Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical del Taxi de València, aseguró que la medida ha sido «maravillosa» para los conductores, pues hubo «un respeto muy elevado del carril bus/taxi», lo que ha terminado con «la inseguridad de trabajadores y clientes». Del Molino recordó que el objetivo de esta norma «no es que los taxistas tengamos más clientes, sino que se hace en aras de mejorar la seguridad y la accesibilidad de los usuarios del transporte público». «Diría que tuvimos el mismo trabajo que siempre y diría que los hosteleros también, aunque ellos piensan que les va a perjudicar», explicó.

Quien sí se benefició y mucho fue la EMT, que como avanzó en exclusiva este periódico ganó un 43 % de viajeros nocturnos en el primer fin de semana sin coches en el carril bus. Las doce líneas aumentaron el viernes y el sábado en 2.194 usuarios, mientras el mayor crecimiento se registró en las rutas reforzadas ( N1, N6, N89 y N90).

Los párkings, a la espera

Otros actores involucrados, los aparcamientos, piden prudencia para analizar la medida. Santiago Pérez, gerente del Aparcamiento Avenida del Oeste, asegura que aún no dispone de datos comparativos, pero sí la impresión particular de su negocio. Pérez reconoció que entre semana «no hubo mucha diferencia», mientras que el fin de semana «se ha notado la entrada de un poco más de clientela». «Pero estoy convencido de que la medida es positiva y va a tener repercusión en tanto y cuando los usuarios sepan de las posibilidades de aparcar que van a encontrar en el centro ahora. Es una oferta atractiva», explicó en relación a los ochos estacionamientos que ofrecen tarifas planas.

«Mayor presión de vehículos»

Toni Cassola, portavoz de Amics del Carmen, aseguró que el pasado fin de semana el barrio «estaba igual de gente» que en el pasado, pero denunció que ahora «existe una mayor presión de vehículos buscando aparcamiento». «Había que tomar la media, pero también garantizar los derechos de los vecinos. Lo que han hecho ha sido regular el tráfico de otra forma, enfadando a los usuarios de vehículos privados que ahora dan vueltas por el barrio», aseguró Cassola, que exigió al concejal Giuseppe Grezzi la convocatoria de la mesa sectorial de Ciutat Vella «para tomar decisiones de la movilidad del barrio».

Por su parte, Giovanni Donini, portavoz de la Asociación de Vecinos Russafa-Gran Vía, aseguró que no había diferencia de afluencia de personas respecto a otros fines de semana y considera que el carril bus «no afectará», pero se mostró en sintonía con la Federación de Asociaciones de Vecinos de València, al reclamar a Grezzi «completar la oferta del servicio nocturno de la EMT» y que solucione «el problema del aparcamiento» en la ciudad «porque no es un problema solo de los que van a las zonas de ocio, sino de muchos vecinos de los barrios».