«Volveremos a nuestro sitio natural. Posiblemente, ese del que nunca debimos salir, pero en el podemos estar. Nuestras secciones Primera o Segunda, pero no Especial». La aventura de Federico Mistral-Murta en la máxima categoría de las fallas toca a su fin después de la amplia remodelación interna que ha sufrido la comisión. Finaliza una aventura de dos años con los mejores en la que, de todos modos, nunca acabó de militar con comodidad. Ahora, la comisión de Benimaclet participará en 2018 en una categoría intermedia para «sanearnos completamente, económica y socialmente» en palabras del nuevo presidente, José Francisco Serrano para volver a ser la «falla que hemos sido, con un buen monumento fallero y una buena actividad festiva, para ser el referente de este barrio».

La subida de Mistral-Murta a la máxima categoría no cuajó desde el primer momento: desde que la comisión se partió en dos en la votación que decidía si se daba o no el salto. Aprobarse con el visto bueno de la mitad de la comisión en contra del criterio de la otra mitad no auguraba nada bueno. Además, se hacía cuando apenas dos años antes había tenido que descender a la última categoría para recuperarse de un «agujero» económico. El proyecto implicaba la entrada de una cervecera como patrocinador e iniciativas audaces, como rifar una motocicleta. Y para el monumento se contrató al artista alicantino Carlos Albaladejo.

El resultado en la calle no fue el deseado. Y aunque hubo más visitas de lo habitual, el jurado fue implacable y no le dio premio alguno. Lo que conllevó perder un récord que la comisión tenía a gala: «ser, después de Na Jordana y Pilar, la comisión que más años seguidos llevaba consiguiendo premio». Nada menos que cuarenta años, una marca que engrandecía a una comisión «de barrio».

Y es que si una característica ha definido a «La Murta», es la de ser una falla competitiva, con artistas de primer nivel. Por allí han pasado Emilio Miralles, Vicente Almela, Latorre y Sanz, Manuel Algarra, Paco Giner, Vicente Llácer y Paco López Albert, entre otros. El pasado marzo, la buena voluntad de Emilio Miralles tampoco fue suficiente para lograr premio

Al inicio de este ejercicio se ha producido el relevo en la presidencia. El dirigente que apostó por dar el salto, Enrique Temprano, ha recalado en Exposición y Serrano será el responsable del nuevo proyecto. «Volveremos a nuestro lugar natural aunque tardemos uno o dos años».