Si hay un dulce que recuerde a Francia ese es el «macaron», un pequeño pastel de galleta de almendra y relleno de diversos sabores que llama la atención por su colorida presentación. Hace años que son más conocidos en España sobre todo entre los amantes de la repostería, y a través de algunas grandes superficies que los ofrecen. Sin embargo, en la calle Marqués de Sotelo, se pueden probar macarones de 40 sabores elaborados artesanalmente. Se trata de Avenue Macaron, un negocio que en julio cumplirá tres años y que es fruto del amor de Regine García por este producto. Ella, francesa, pero de raíces españolas, contaba con un negocio dedicado en exclusiva a la venta de macaron parisino, y hace unos años decidió venderlo para venirse a vivir a España junto a su marido.
«Queríamos venir y teníamos la idea de abrir aquí un negocio como este, que hay muy pocos en España, como en Barcelona y Madrid, que he visitado».
Ella destaca que los suyos son mejores, por su variedad, calidad de las materias primas y mimo en la elaboración artesanal, que llevan a cabo en Náquera, donde tienen el obrador.
«En otros lugares no saben llevar el macaron a su punto. Ha de ser crujiente por fuera y blando en boca. Hay muchos parámetros que afectan a su elaboración para poder lograr estas características», cuenta Regine.
La materia prima
En su tienda Avenue Macaron, ofrece unos 30 sabores dulces y otros seis salados. Y destaca su dueña, que se utilizan productos frescos y naturales en su elaboración: «cuando son de vainilla, están hechos con vainas de vainilla, no con productos procesados».
Así sus mostradores ofrecen por ejemplo, de lima y albahaca, de naranja confitada, chocolates, frutos rojos...pero también de foie gras , regaliz, salmón ahumado con roquefort y nueces, oliva, menta, flor de azahar... «Lo que tiene el macaron es que su tamaño hace que sea para cada persona, no se pueda compartir, y cada uno puede ir probando su sabor preferido.
Y eso también te puede convertir en adicto», bromea Regine, quien confiesa que su pasión por este dulce empezó de joven cuando un día lo probó en Francia. Y hasta ahora ha perdurado, si bien ahora es ella quien los elabora para otros paladares.
El establecimiento, situado en el número 7 de Marqués de Sotelo, abre de lunes de domingo de 10 a 14.30 horas y de 16 a 21 horas.
