Puede que muchos vecinos del «cap i casal» hayan leído mucho sobre los problemas del Cabanyal, pero no hay nada como llevárselos a la puerta de sus casas para que empaticen con la realidad del barrio. Así que la plaza de los Pinazo, frente a la Delegación de Gobierno y en el corazón comercial de la ciudad, fue testigo ayer del habitual conflicto que se vive en Poblats Marítims. Talleres de chatarra ilegales, suciedad en las calles, la música a toda pastilla a cualquier hora del día, alcohol y drogas al alcance de cualquier adulto o niño, barbacoas y fuegos en medio junto a las casas y un sinfín de dramas sociales que, pese a la «performance» realizada, no se pueden reproducir.

El Cabanyal ha dicho basta, y pese a que el gobierno municipal se esfuerza en mostrar los avances -fundamentalmente en materia de urbanismo-, para los vecinos del barrio las actuaciones no están, ni de lejos , resolviendo «el mal que hizo el gobierno anterior», tal y como rezaban sus pancartas ayer. Tiene claro que el PP es el causante de la degradación absoluta de Poblats Marítims, pero exigen al Govern de la Nau, el de Compromís, PSPV y València en Comú, que comiencen a trabajar ya en atajar los problemas de corte social que se respiran día a día.

Faustino Villora, portavoz de Salvem El Cabanyal, fue claro y contundente en el análisis. «Lo han confiado todo a la revitalización urbanística, pero no se ha avanzado nada en cohesión social y mejora en la vida en la calle. Si han hecho alguna cosa, la tenemos que calificar como fracaso total y absoluto».

Para Salvem El Cabanyal se están tomando decisiones equivocadas en el plano político. «Los servicios sociales han de coordinarse con los distintos estamentos municipales y eso no está pasando. No se puede tolerar que la Policía vaya a las dos de la mañana a intervenir, y al día siguiente no vayan los trabajadores sociales a explicarles la situación y solucionar el problema», puso como ejemplo el portavoz.

Otro de los «graves problemas» es el de las viviendas. «El ayuntamiento es el mayor propietario del Cabanyal y en 2017 ha puesto 0 euros para mantener sus propiedades», señaló Villora. Para Salvem, las delegaciones de Servicios Sociales, Políticas Inclusivas, Vivienda, Policía Local, Sanidad y Medio Ambiente «han de ponerse las pilas» y comenzar a coordinarse en el barrio.