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La figura del Corpus

La mayor reunión de «momas» del Corpus

Cinco de los intérpretes del personaje más conocido de la festividad se unen en una imagen única para rememorar vivencias

Josep Lluis Marín, Fermin Pardo (delante), Ramón Martínez, Martín-Villaba, Paco Albert y Juan Rodríguez.

La proximidad de la fiesta del Corpus ha activado la actividad a su alrededor. Y durante la semana, el ayuntamiento ha organizado varias iniciativas. Una de ellas fue la charla impartida por Fermín Pardo dedicada a la recuperación de la festividad, en la que se convocó expresamente a las catorce personas que ejecutaron los bailes de la Moma y los Nanos.

Pero hubo más: el acto sirvió para reunir la mayor cantidad imaginable de «Momas». No estaban todos los que son, pero sí que estaban todos los que eran. Cinco de los que, en algún momento durante los últimos 40 años, se convirtieron en el personaje más identificativo del Corpus. Aquel que, representando la virtud, baila cho los Momos a su alrededor durante la Cabalgata del Convite de mediodía. Josep Lluis, Paco, Ximo, Juan y Ramón. El «MomaSelfie» ya se ha convertido en una imagen, cuanto menos, única.

La Moma es un personaje muy especial. Y con una característica muy identificativa: que prácticamente siempre lo ha ejecutado un hombre pese a ser una figura femenina. Algo que se cuida especialmente. «Una de las premisas que hemos tenido siempre es, obviamente, no levantarse nunca el antifaz. Mantener el misterio de la identidad de quien está bailando» reconoce Josep Lluis Marín, mano derecha del concejal Pere Fuset en el ayuntamiento y «Moma» en el año 1996. Los primeros años fueron componentes del grupo Alimara los que interpretaron la danza, pero posteriormente se crearía la Asociación de Dançaors del Corpus, más transversal, con la participación de miembros de diferentes grupos. Una costumbre que han tenido no pocas momas era la de dejarse barba, precisamente para jugar con esa ambigüedad. Aunque consta que alguna vez ha salido una mujer, pero de «Momo», uno de los pecados que bailan a su alrededor.

Curiosidad y admiración

«Nunca me han hecho tantas fotos como el día que fui la Moma» asegura Josep Lluis Marín (apellido éste único por haber sido el de los únicos hermanos que han sido Moma: él y su hermano Vicent). «Y me llama la atención sobre todo las expresiones de los niños. Esa mezcla de curiosidad, admiración y miedo. Se quedan paralizados literalmente. Es algo fuera de serie para ellos».

Otra de las características es que «cada Moma tiene a gala hacerse su propio traje. No es como el de los demás, que siempre era el mismo. Aquí es algo muy personal». También destaca que «es un baile que, cuando ha salido fuera de València, en alguna Trobada, causa especial admiración».

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