La urbanización y acondicionamiento como espacio verde y dotacional de la parte del Parque Central de València que linda con el barrio de Russafa, el triángulo situado entre las vías del tren, la plaza Manuel Sanchis Guarner y la calle Filipinas, estará acabada a principios de 2018. Así lo confirmó el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, quien explicó que «en el primer trimestre del año que viene podrán ser entregadas las obras» de la primera fase de este «parque emblemático» que disfrutarán todos los valencianos y, sobre todo, de los barrios de Malilla o Russafa, muy deficitarios en zonas verdes.

Joan Ribó se pronunció de este modo tras la visita que realizó ayer a estas obras junto a diversos miembros del Govern de la Nau; el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, y el director general de la sociedad Valencia Parque Central, Salvador Martínez Ciscar. La visita coincidió con el inicio de las plantaciones en el jardín, diseñado por la paisajista Kathryn Gustafson, del que de momento se ha ejecutado el 40%. Ayer empezaron a plantarse en la rotonda de la plaza Sanchis Guarner varios ejemplares de ficus, así como plátanos en el entorno de las naves industriales restauradas. En los próximos meses se avanzará en la plantación de este nuevo pulmón verde de la ciudad, en el que habrá más de un millar de árboles.

Problemas con cesiones

La puesta en servicio del parque, no obstante, está pendiente de la resolución de algunos «problemas» con Iberdrola» y «con un concesionario de una empresa automovilística» que ocupa una esquina de los terrenos del parque, donde todavía no se ha obtenido el cien por cien de las propiedad del suelo.

Las cuatro naves rehabilitadas en el parque albergarán una sede de la Universidad Popular, que podría empezar a funcionar en 2018, y dependencias de cultura, servicios sociales y deportes.