La Autoridad Portuaria continúa trabajando en las creación de instalaciones para la estancia de aquellos ciudadanos y ciudadanas que estos días acuden a València para volver por vacaciones a sus países de origen en el norte de África. Como publicó este diario, este año Autoridad Portuaria tendrá lista para inicios de la semana que viene una caseta con baños y duchas, una zona lúdica para los pequeños, puestos con bebida y comida, y un espacio para el culto. Quienes llegan en la conocida como «Operación Paso del Estrecho» que viajan de València a Argelia criticaba que se sentían maltratados aquí, ya que en otras ciudades los servicios de otros puertos son muy diferentes. Ayer, como comprobó este diario, muchísimos viajeros que esperaban a embarcar se refugiaban de las altísimas temperaturas en las zonas de aparcamiento de los coches.

En el puerto hay malestar porque de nuevo se haya excluido a València del operativo especial para la Operación Paso del Estrecho que sí aplica en otras ciudades y que supone más servicios y personal extra (traductores, sanitarios). Desde Autoridad Portuaria señalaron a este diario que están trabajando todo el fin de semana para ofrecer mañana o el martes «unos servicios razonables y confortables».

Ayer a preguntas de este diario sobre cómo valoraba esta situación, el alcalde de València, Joan Ribó, recordó que desde alcaldía «se reclamó ya la inclusión de la ciudad en el dispositivo especial de la Operación Paso de Estrecho». El alcalde expresó ayer «la necesidad de un trato correcto y en condiciones a las personas que llegan para trasladarse al norte de África. Con la misma dignidad con que se trataría a cualquier viajero, València quiere que estas personas dispongan de unas zonas de espera acondicionadas de manera que se asegure las propia seguridad de los viajeros, se habiliten zonas de descanso y sombra, de aseo personal y para las necesidades básicas». Es por ello que desde alcaldía señalaron que «la situación dista de ser la adecuada».

El alcalde apuntó que «todo esto repercutiría positivamente tanto en los viajeros, como en los vecinos de los barrios aledaños al puerto, ya que tenemos la responsabilidad de asegurar una correcta convivencia».