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Los hosteleros proponen ampliar el paseo marítimo y abrirlo a más usos

Los empresarios de las Arenas abogan por flexibilizar el plan especial para reforzar el atractivo de la fachada marítima con tiendas y mejores servicios - «El paseo se colapsa todos los fines de semana y, con una playa de 300 metros, podría plantearse una reforma»

Los hosteleros proponen ampliar el paseo marítimo y abrirlo a más usos

La Asociación de Empresarios de Hostelería de la Playa de las Arenas estudia la idea de solicitar al Govern de la Nau una nueva modificación del plan especial de ordenación del Paseo Marítimo de València para abrirlo a nuevos usos y potenciar así su atractivo turístico. Los hosteleros consideran que el planeamiento actual, aprobado por el ayuntamiento en 1990, ha quedado superado y «no se ajusta a las necesidades actuales ni a las demandas de los usuarios y turistas».

El planeamiento, explica el presidente de los hosteleros de las Arenas, José Miguel Bielsa, «es muy restrictivo», pues solo contempla usos hoteleros y restaurantes. Las tiendas solo se permiten si están dentro de un hotel. «Si un cliente necesita cambiar moneda, comprar un medicamento o el periódico tienen que irse hasta J. J. Dómine y recorrer una importante distancia», añade el presidente de los hosteleros de la playa y dueño del Hotel Neptuno.

El plan especial del Paseo Marítimo de València fue aprobado en noviembre de 1990 y se ha modificado en varias ocasiones, en concreto, en 1999 con motivo de la reurbanización del entorno de la avenida de Neptuno y en 2012 cuando los hosteleros solicitaron una nueva modificación para poder instalar terrazas en las cubiertas y contrarrestar así las restricciones de la Demarcación de Costas a la ocupación de las terrazas de la zona de dominio público marítimo terrestre.

En el paseo marítimo hay alrededor de 30 establecimientos de restauración y hoteles, entre ellos, el hotel de lujo del Balneario de las Arenas, cuya arquitectura sobresale en un entorno donde predominan las construcciones de baja altura, planta baja y dos o tres alturas. En la actualidad, el ayuntamiento solo permite usos terciarios en el paseo marítimo. El uso residencial está restringido a los propietarios de los negocios y siempre que no sea en plantas bajas. El planeamiento prohíbe igualmente la ambientación musical en los restaurantes y terrazas. En 1998 se ampliaron las restricciones prohibiendo determinados usos asociados a espectáculos públicos como cines, teatros, salas de conciertos, discotecas y salas de baile, casinos de juego y pubs.

Los hosteleros consideran que estas restricciones restan atractivo a la zona y recuerdan que «somos la tarjeta de presentación de la ciudad, porque todo el mundo que visita València quiere venir a la playa», apunta Bielsa.

Zona «colapsada»

La ampliación del paseo marítimo es una necesidad que, a juicio de los empresarios de la Arenas, debería plantearse el ayuntamiento (y que requeriría el visto bueno de Costas) porque, especialmente los fines de semana, esta zona «se colapsa» y es imposible pasear con comodidad, asegura Bielsa. Frente al paseo marítimo «tenemos una playa de 300 metros de ancho» (que no para de crecer por el basculamiento de las playas) que podría aprovecharse para hacer un paseo marítimo «más transitable», apunta el presidente de los hosteleros quien también recuerda que existen barreras como la valla que separa la Marina de València del Paseo Marítimo, construida para la Copa del América, que ya no tiene sentido pero «sigue sin derribarse».

El Paseo Marítimo «necesita inversiones», aseguran los hosteleros, como las que se están destinando ahora a la regeneración del Cabanyal. «No se pueden olvidar de nosotros cuando se habla de dinamizar el frente marítimo», aseguran.

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