Los efectivos de la Cruz Roja asistieron en la madruga de la Noche de San Juan a un total de 114 personas, de las que 32 fueron intoxicaciones etílicas, más del doble que el año pasado, cuando fueron 13. De estas personas, cuatro tuvieron incluso que ser evacuadas de la zona para ser atendidas. Según indicaron desde Cruz Roja se trata del mayor número de intoxicaciones desde 2011, cuando llegaron a atenderse hasta 78. Los dos años anteriores había sido aún más elevado, con 99 intoxicaciones en 2009 y hasta 130 en el año 2010.

Los sanitarios desplazados a las playas de la ciudad también atendieron a 20 personas por objetos extraños en los ojos, 14 por quemaduras, 12 por contusiones y otras 15 por causas que no detallaron desde Cruz Roja.

Entre las atenciones más llamativas estuvieron las de picaduras de pez araña, de las cuales se registraron hasta cinco, un incidente que no se registraba en las playas de València desde el año 2012, según Cruz Roja.

En el dispositivo especial participaron 41 voluntarios de Cruz Roja, 31 de ellos socorristas, seis ATS y DUE, tres coordinadores y un médico. Se emplearon 11 vehículos, cuatro de transporte, así como el mismo número de ambulancias de Soporte Vital Básico y dos de Servicio de Atención Médica, y otro para coordinación.

Por lo que respecta al trabajo de la Policía Local, la concejala de Seguridad Ciudadana, Anaïs Menguzzato, aseguró que la de ayer fue la Noche de San Juan «más tranquila de los últimos años» en València, aunque como destacó ya se esperaba más afluencia. Asimismo, quiso reconocer que «el comportamiento de la gente ha sido ejemplar, como también ha sido el de la Policia Local, los bomberos y los voluntario de Protección Civil».

La Policía Local únicamente practicó una detención por un robo con fuerza en un vehículo que estaba estacionado en la zona de la playa de la Malva-rosa. Además, los policías levantaron siete actas por venta ambulante ilegal y se incautaron de 1.200 botes de bebida.

Menguzzato celebró que la fiesta finalizó «sin altercados graves ni reyertas y con ningún herido grave. Es la mejor noticia de una noche en la que todo transcurrió con total normalidad. No hubo incidencias y pudimos evacuar las playas sin ningún problemas a la hora prevista».

El amplio dispositivo policial desalojó las playas a las cuatro de la madrugada para permitir la limpieza de las mismas, y a lo largo de la tarde gestionaron el acceso de tráfico a la zona marítima y comprobaron que nadie llevase a la playa botellas de cristal o madera con clavos u otros objetos punzantes.