El aparcamiento que durante años ha funcionado en una de las alquerías que forman parte del conjunto de bienes protegidos de la Alqueria del Moro se cierra, por decisión de la familia, hoy viernes 30 de junio, aunque ya está prácticamente vacío. El estacionamiento ha ido avisando a sus clientes de la clausura de las instalaciones, que poco a poco han ido retirando los vehículos que allí estaban aparcados.

El cierre del aparcamiento no obedece, según la familia propietaria de la alqueria, a ninguna orden de clausura del Ayuntamiento de València. El portavoz con el que se puso en contacto este periódico aseguró que la decisión trata de «facilitar» un acercamiento con el consistorio y que en cierto modo es una decisión estratégica de cara al futuro del inmueble.

El Casino del Americano, la Alqueria de la Torre y el conjunto de alquerías del Moro forman parte del proyecto de ampliación del Parque de Benicalap. Precisamente la delegación de Desarrollo Urbano ha sacado a licitación la redacción del plan global de actuación, que se desarrollaría por fases. Pero el ayuntamiento todavía no es propietario del cien por cien del suelo en el que pretende actuar a medio plazo, por lo que al menos tres alquerías del conjunto de la Alqueria del Moro han de ser todavía expropiadas, al igual que el jardín que se encuentra entre la Alqueria de la Torre y la del Moro.

Este periódico se ha puesto en contacto con los diferentes propietarios de las tres alquerías que, junto a la Alqueria del Moro (S. XIII) -ya del ayuntamiento- forman parte del conjunto. Una de las familias, la que cuenta con una edificación situada en el lado norte del conjunto, reconoce que está esperando algún movimiento del Ayuntamiento de València para negociar la expropiación, que ya ha solicitado formalmente.

Sin embargo los contactos de momento no se han producido y lamentan el poco interés municipal; los dueños explican que mantener en buen estado su alqueria (del siglo XIV) no es viable económicamente, por lo que piden una intervención municipal rápida.

Otra de las familias propietarias, la que cuenta con la alqueria donde funcionaba el aparcamiento, sí reconoce algún contacto con el Ayuntamiento de València, «pero no una negociación». Desde hace años pusieron en manos de sus abogados el futuro de este Bien de Relevancia Local (BRL) y lamentan que estos procesos se eternicen. Su edificio (que según el catálogo municipal podría ser del s. XVIII) es el que mejor conservado está del conjunto, incluso mejor que la alquería que da nombre al conjunto. Hasta 1985 estuvo habitada y conserva intactos muchos elementos originales, como una enorme andana para el secado de labores.

Con el anunciado proyecto de ampliación del Parque de Benicalap, que además se verá complementado con 3,8 millones de financiación europea para desarrollo de diversos proyectos, las familias propietarias de las alquerías esperan que el ayuntamiento dé un paso al frente «para salvaguardar el patrimonio protegido», explica uno de los abogados, ya que los años pasan y estas edificaciones se deterioran. Sin embargo, desde Desarrollo Urbano recuerdan que está en vigor una moratoria para realizar expropiaciones de dos años, periodo que agotarán.