La polémica del gerente de las fundaciones València InnDEA y Crea y director de las Naves, Rafael Monterde, ha aflorado la guerra por el control de València en Comú y sus puestos de responsabilidad en el consistorio.

Los rivales internos del concejal de Innovación y Gestión del Conocimiento del Ayuntamiento de València, Jordi Peris, que nombró a Monterde al que hoy destituirá en el patronato de InnDEA, han aprovechado la situación para arremeter directamente contra el edil, el único cargo público independiente de los que se sumó al proyecto marca blanca de Podemos.

Así, tanto Podemos como Més en Comú -la corriente liderada por el ex EUPV Manuel Colomer- han sido los más beligerantes en esta causa en la que no han creído la versión del gerente, quien asegura ser un «infiltrado» en la trama del caso Blasco de desvío de fondos de cooperación de la Generalitat.

La salida de Monterde dejará a Jordi Peris en una extrema debilidad política dentro de València en Comú, puesto que ambos fueron quienes lideraron la corriente de independientes en el nacimiento de València en Comú. De hecho, sus perfiles son los que dieron una imagen diferenciada respecto a Podemos cuando se presentaron a las elecciones municipales de 2015. La plataforma reivindicó la figura de Peris como candidato para marcar esas distancias con el partido de Pablo Iglesias, que no quiso presentarse a las municipales para evitar el desgaste.

Pero con el tiempo, esa preferencia por los independientes ha ido menguando y tanto Podemos como Més en Comú han sido muy críticos con el trabajo de Peris y sus personas de confianza, como es el caso de Monterde. Si Peris dejara de ser edil, la persona que entraría como nuevo concejal del ayuntamiento es Neus Fábregas, en estos momentos asesora del grupo municipal y persona de la máxima confianza de Manuel Colomer, de Mes en Comú.

También ha sonado en València en Comú la idea de relevar a Peris como portavoz en favor de María Oliver, de Podemos, que fue el primer partido en exigir la dimisión del exgerente de InnDEA sin conocer que fue una fuente de periodistas, partidos políticos y hasta ONG durante el saqueo del caso Blasco en 2011, según publica ayer y hoy Levante-EMV.

Més en Comú realizó un durísimo comunicado contra Peris exigiendo la destitución de Monterde y apuntándolo como culpable de la situación. «Monterde fue nombrado por Jordi Peris sin ni tan siquiera informar a VALC y, menos aún, someterlo a votación, lo cual provocó un primer reproche a Peris», explicaron en el escrito.

Además, añadieron, «el gerente de InnDEA «despidió a personas que trabajaban en las instituciones que de él dependen (InnDEA y Las Naves) -que entraron en la etapa del PP-para, a continuación, contratar sin transparencia y sin objetividad alguna a bastantes personas relacionadas con su entorno», pidiendo la dimisión de Monterde ya el 8 de abril de 2016.

Pero las críticas a Peris no cesaron en este comunicado. Según la corriente que lidera Colomer, el mantenimiento de Monterde en el cargo el último año ha sido responsabilidad de «Jaime Paulino, secretario general de Podem Ciutat de València, y otros miembros de su círculo más íntimo, que no dudaron en pactar con Jordi Peris y Roberto Jaramillo (asamblea de marzo 2017) con la finalidad de conseguir el control de València en Comú y que impulsaron una propuesta de Proceso Revocatorio, sin duda insuficiente y cosmética, afortunadamente no aprobada». Jaramillo es el único concejal que ha mostrado cierto apoyo en las redes sociales a Monterde.

La Mesa de Coordinación de València en Comú ha sido la que finalmente ha forzado a Peris a destituir a Monterde. Así, en un comunicado, señalaban que las implicaciones con el caso Cooperación «son incompatibles con la continuidad de Rafael Monterde como director gerente de Las Naves». No creyeron la versión del gerente, que ha defendido en todo momento que ayudó a periodistas y políticos a investigar y denunciar la trama corrupta.