Una de las primeras denuncias que investigó el ayuntamiento de València sobre el crematorio fueron los denominados "homenajes a la vida", una especie de ceremonias laicas que Funespaña empezó a ofrecer a sus clientes como servicio extra. La concejala de Cementerios, Pilar Soriano, aseguró que estas ceremonias se cortaron de raíz porque no estaban incluidas en los precios públicos del servicio.

La actual gerencia del tanatorio se ha mostrado dispuesta a colaborar con el consistorio y a facilitar las inspecciones y ya ha presentado un plan de mejoras para adecuar el edificio a las exigencias de la normativa sanitaria y laboral. El plan de mejoras, sin embargo, no convence a la concejala de Cementerios, que lo ve "insuficiente". El ayuntamiento exige a Funespaña obras en el aparcamiento, mejoras en las salidas de emergencia y en los filtros de aire.