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Como buena Yaiza, ha leído la trilogía de Vázquez Figueroa que 'protagoniza'

Yaiza Belloch tuvo la suficiente paciencia como para permitir a su madre hacer la Ofrenda de 1995 y ya una semana después, iniciar el camino de la vida. Ahora, 22 años después, compagina el tercer curso de derecho con el trabajo en la perfumería Druni del Paseo de Ruzafa y las labores de monitora en los Juniors del Ave María San José. "Quién me iba a decir que llevaría a los niños al Museo del Corpus y que, poco después, estaría como preseleccionada, haciendo entrevistas". Su nombre de pila es el resultado del viaje de novios de sus padres a Lanzarote.

"Conocieron Yaiza, se dieron cuenta que allí le ponen el nombre del pueblo a las niñas y les gustó. Es un viaje que tengo pendiente". Eso sí, se ha leído "la trilogía de Vázquez Figueroa: Océano, Yaiza y Maradentro". No está dotada de los poderes sobrenaturales de la hija de Abel y Aurelia y no puede predecir si saldrá elegida finalmente de la corte, pero sí que recuerda que "este año, con dos niñas de la corte infantil, ya se ha estrenado mi nombre". Son las preseleccionadas de 2017 un grupo con numerosas y pretéritas preseleccionadas infantiles en la primera década del siglo. "Yo fui fallera mayor infantil en 2004 y llegué a la final de 2005, que se celebró en Viveros". Su regreso en mayores "era una promesa: llevaba años diciéndole a mi infantil que lo seríamos juntos. Y ahora tenia el sueño y la oportunidad". Su padre ha sido presidente con ella.

Le daría una alegría enorme a una comisión, Evaristo Bas-Cullera, que no recuerda la corte desde 1987. "Somos una falla pequeña, muy familiar, en la que todo el mundo hace de todo". Por eso seguramente, los éxitos se saborean más. "Este año hemos conseguido premio con la Cruz de Mayo, que estaba dedicada al Corpus, y fue una alegría enorme. Era la recompensa al trabajo de todos". Su nombre aparecía, escrito en piedrecitas, en la base de la falla. Detalles que la hacen sentirse querida y en los que piensa cuando "salgo a correr o cuando voy a una zona verde y me quedo meditando tan tranquila todo el tiempo que sea necesario".

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