La Gran Fira de València dispone de más de 250 actos, pero salta a la vista que hay media docena de ellos que son el tronco principal del mismo. Uno de los principales, si no el que más -hay aforo para quince o veinte veces más que la Batalla de Flores, por poner un ejemplo- es el que tendrá lugar a medianoche del próximo sábado. Por segunda vez, la pirotecnia en la ciudad recupera el espectáculo piromusical y, en esta ocasión, en un emplazamiento que, si hay voluntad de continuar, da la sensación de que llega para quedarse: en la Marina.

Ricardo Caballer presenta un espectáculo en el que lo primero a tener claro es qué entidad tiene. «Pues a primer nivel europeo, sin ninguna duda. Será un castillo al que puedes convocar a cualquiera, incluso que venga como turista, que puede venir adrede, como ocurre con otros disparos en el continente, y no queda defraudado». Los festivales de Norteamérica o lo que se mueve en Dubai son otra galaxia, pero esta «Ola de luz Mediterráneo» rivalizará en duración y expectativas.

El otro aspecto en el que ha incidido especialmente la pirotecnia es en elegir bien el sitio. «En el Veles e Vents y en toda la fachada de los restaurantes. Tanto arriba como abajo. Tendrán una visión diáfana y un buen sonido con el montaje a apenas 85 metros de distancia». Al otro lado del canal, la extensión del montaje será «como cuatro veces una Nit de Foc disparada en el Cauce del Turia. Estamos hablando de una apertura frontal de 250 metros. Se puede jugar con los efectos sin problemas». Al que sólo pide que «que no haya bochorno y sí un poco de brisa» para que el lienzo del cielo pueda limpiarse entre disparo y disparo. El traslado del Museu de les Ciències a la Marina es una elección «ideal para esta época. El Museo no mal sitio pero para otro tipo de efectos y otra época. Es mejor para un tiempo de fallas».

Música «para moverse»

«Ola de Luz Mediterráneo» es el lema del disparo, que incluirá «por una parte, música de autores valencianos y, por otra, música muy festivalera, muy de la Feria, rock y pop para moverse y divertirse». Se calcula que el recinto tiene entre 30 y 40.000 personas de posible aforo, de los que los más beneficiados son los restaurantes y cafeterías que dan al canal, puesto que los clientes podrán disfrutar de una vista privilegiada.