La concejala de Parques y Jardines del Ayuntamiento de València, Pilar Soriano, realizó ayer un balance positivo de la primera parte del año en lo que respecta a las intervenciones municipales para reconducir el modelo de jardinería de la ciudad. El fomento de la biodiversidad y el descarte de métodos agresivos con las especies vegetales y animales que hay en nuestra ciudad son las claves del nuevo escenario para las zonas verdes de València.

«La biodiversidad es esencial en este nuevo paradigma de zonas verdes en nuestra ciudad. No es normal desde ningún punto de vista ambiental que un alcorque, lleno de tierra y con un árbol, no vea crecer ninguna planta y menos normal aún es que ese efecto se consiga con la utilización de productos agresivos», afirmó.

En ese sentido recordó que el año pasado se realizó un proyecto en el barrio de la Trinitat para dar vida a los alcorques y que en toda la ciudad se ha desarrollado un proyecto para que estos espacios pasen a ser verdes por el crecimiento de plantas. «Como en todo proceso de cambio es necesaria una adaptación y dejar de entender como algo normal lo que no era normal, que ninguna hierba o planta pudiera crecer en un alcorque», afirmó.

En la misma línea, la concejala insistió en la necesidad de evitar tratamientos agresivos con la biodiversidad de la ciudad y ha puesto como ejemplo el tratamiento contra la plaga del cotonet en el Puente de las Flores, «un espacio que ha dejado de ser símbolo de despilfarro y mala gestión para pasar a ser protagonista de una intervención respetuosa con el medio ambiente», señaló.