La Confederación Hidrográfica del Júcar ha empezado a limpiar el cauce del Turia aguas arriba. La actuación, que comprende la retirada de vegetación y de árboles caídos, afecta a los términos de Quart, Mislata y Xirivella. La petición del alcalde de València, Joan Ribó, para que se limpie el tramo que se extiende por Pinedo, Castellar, La Torre y Poble Nou, de momento no ha sido atendida. Desde la CHJ se apuntaba ayer que se está estudiando una posible intervención dentro de la programación ordinaria, pero sin garantizarla. El ayuntamiento de València lleva desde el verano de 2016 reclamando una limpieza «a la vista de la importante crecida de árboles y cañizares». En junio del año pasado lo hizo a través del Servicio del Ciclo Integral del Agua, que dirige el socialista Vicent Sarrià. El 20 de julio de 2017 fue el propio Ribó quien envió una misiva a la presidenta de la CHJ, Mª Angeles Ureña Guillem.
Los fuertes aguaceros estivales de los que alertaba Ribó en su carta dieron ayer un primer aviso. El alcalde advertía a la CHJ de que las lluvias típicas de finales de verano y otoño «puedan ocasionar problemas en los pueblos de València de Pinedo, Castellar, la Torre o Poble Nou». De ahí que le reclame a la Confederación, «y, por ende, al gobierno central, que actúe ya en la limpieza del nuevo cauce, por una razón medioambiental y también de seguridad». «Exigimos que se pongan ya manos a la obra. Esta es una muestra más del abandono sistemático que sufre València por parte del gobierno de Rajoy», incidía en su petición.
Desde la Confederación se contestaba ayer que el ámbito de su red fluvial asciende a unos 50.000 km, «por lo que se utilizan criterios técnicos de priorización sobre los tramos fluviales cuya problemática es conocida bien por medio de las inspecciones de los Servicios encargados bien a partir de las peticiones de intervención que formulan especialmente los Ayuntamientos». Cabe recordar que el Govern de la Nau lleva reclamándolo desde el verano de 2016 y que en el tramo del nuevo cauce recayente a la capital no se efectuaban labores de limpieza desde hace dos años.
Los criterios para la priorización de las actuaciones a llevar a cabo radican «en el grado de intervención en ejercicios anteriores, la constatación de una urgencia manifiesta por riesgo de producción de daños y su posible ocurrencia anterior, la existencia de algún régimen de protección ambiental, la proximidad de núcleos de población o viviendas aisladas, la existencia y cercanía de infraestructuras viarias o hidráulicas, la tipología y complejidad de las actuaciones necesarias y el coste económico de la intervención», según la CHJ. Las acciones pretenden compatibilizar la garantía de la capacidad de desagüe de los cauces frente a avenidas ordinarias con el mantenimiento de los valores ambientales existentes, incide. Los trabajos consisten fundamentalmente en desbroces selectivos con eliminación de vegetación alóctona, así como la con retirada de elementos obstructivos, aumento de la sección de desagüe, recuperación de riberas y consolidación de las motas de protección.
