El Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana sugiere al Ayuntamiento de València que «observe» la cooficialidad lingüística vigente en la Comunitat Valenciana en futuros trabajos de rotulación viaria informativa, tras la queja presentada por una vecina en la que aseguraba que los carteles de información pública en la ciudad aparecían exclusivamente en valenciano, «vulnerando» la cooficialidad de las lenguas. Cabe recordar que no se trata de la primera crítica de este tipo a la que se enfrente el ayuntamiento. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, exigió ya el año pasado al gobierno municipal que rotulase las señales, en este caso de tráfico, en ambas lenguas, a raíz de la instalación de carteles en el entorno de la Lonja, o la calle Serranos.

El Govern de la Nau defendió que únicamente ponía en marcha las medidas del Reglamento de Uso y Normalización del Valenciano, si bien finalmente acató la medida tras consultar a los servicios jurídicos del ayuntamiento. Eso sí, al mismo tiempo exigió a todas las administraciones que cumplan con la Llei d´Ús del Valencià, por lo que aquellas señales que están únicamente en castellano debían pasar a estar en ambas lenguas.

El Síndic, José Cholbi, se ha pronunciado de este modo, tras la queja presentada por una mujer, a la que, según la resolución, el ayuntamiento contestó que algunos de los carteles cuestionados por esta persona correspondían a la Generalitat, por lo que excedían de sus competencias, como era el caso del de las ayudas al copago en el registro del ayuntamiento u otro de la Primavera Educativa.

En cuanto a la queja por un cartel sobre el plazo de pago de impuestos, el consistorio explicaba que la cartelería referente a los impuestos municipales de 2016 se hizo en valenciano en cumplimiento del reglamento sobre el uso y la normalización de la lengua y, en todo caso, la información se podía consultar en castellano y valenciano en la web. Sobre los carteles con las normas de uso de los contenedores de basura, aseguraba que la información se empezó a rotular en valenciano en 2016 pero convive con el castellano porque sigue habiendo carteles de años anteriores.

El valenciano, «en desigualdad»

El defensor del pueblo valenciano aboga por el «respeto escrupuloso» de los derechos lingüísticos de los ciudadanos y la cooficialidad de las lenguas, de acuerdo con la legislación vigente, al tiempo que reconoce las políticas de normalización lingüística del valenciano para fomentar su uso especialmente en ámbitos oficiales «con el objetivo de que alcance cotas similares a aquellas que corresponden al castellano como idioma oficial en todo el territorio del Estado». No obstante, resalta que «el diseño de políticas de normalización lingüística, autorizadas y plenamente legales con la normativa vigente, dada la necesidad existente de recuperar el patrimonio lingüístico de los valencianos de la situación de desigualdad en la que se encuentra inmerso ante el castellano, encuentra como límite lógico los derechos reconocidos constitucional, estatuaria y legalmente a los ciudadanos de esta comunidad, también aquellos ciudadanos cuya lengua habitual es el castellano».

«En definitiva, la normalización lingüística no puede conseguirse, ni ha de hacerse, sobre la base de la infracción de las disposiciones vigentes. Es por eso, que la Administración Pública, ya sea autonómica o local, a la hora de elaborar concretas políticas de normalización lingüística, ha de encontrar el punto justo de equilibrio entre las necesidades de fomentar y potenciar el uso oficial y social del valenciano y devolverlo a una situación de igualdad con el castellano, y los derechos lingüísticos reconocidos a todos los valencianos, sea cual sea su realidad idiomática», agrega.

En este sentido, incide en que la normativa vigente sobre el uso del valenciano contenida en la Constitución, el Estatuto de Autonomía y la Llei d'Ús «es clara y terminante y no admite interpretación alguna». Por eso, dice el Síndic, la administración, tanto autonómica como local, «está obligada a garantizar la normalización lingüística y otorgar especial respeto y protección al valenciano y a extender su uso a todos los ámbitos sociales a fin de superar la todavía desigualdad respecto al castellano de manera que, en ningún caso, pueda prevalecer una lengua sobre la otra; y esta obligación se extiende también a la rotulación viaria de València».