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Ley de la Memoria Histórica

El ayuntamiento solo recibe dos alegaciones al cambio de nombre de 51 calles franquistas

La Concejalía de Cultura asegura que primará el mandato de la Ley de la Memoria Histórica y seguirá adelante con el proceso

Cartel en bandera de la Avenida Barón de Cárcer. m. a. montesinos

El Ayuntamiento de València ha recibido dos alegaciones a la decisión del equipo de gobierno de cambiar las placas de 51 calles cuyos nombres evocan el franquismo o la dictadura. Ello no impedirá, sin embargo, que el proceso siga adelante, pues según fuentes municipales, el consistorio sigue priorizando el mandato de la Ley de la Memoria Histórica y el informe que realizó la Universitat de València. Eso significa que en el mes de septiembre podría procederse a la instalación de las nuevas placas, que convivirán con las actuales durante un año.

La decisión de cambiar el nombre de 51 calles de València se adoptó el pasado mes de mayo, diez años después de entrar en vigor la Ley de la Memoria Histórica. Según un informe elaborado por la Universitat de Valéncia, eran 51 nombres relacionados con la dictadura y que entraban en conflicto, por tanto, con la citada ley, que obliga a retirar todos los nombres de calles y honores de personajes del franquismo. Entre ellos están los de las calles Barón de Cárcer, General Urrutia, Castán Tobeñas o Marcos Merenciano. Y se han incluido también la totalidad de las calles del grupo de viviendas Antonio Rueda, dedicadas básicamente a destacados falangistas o líderes del Movimiento Nacional.

En principio, no era necesario abrir un periodo de exposición pública y alegaciones para proceder al cambio de los nombres, por lo que inicialmente se habló de colocar las nuevas placas en el mes de junio, antes de las vacaciones, pero finalmente la Concejalía de Cultura que dirige Gloria Tello decidió abrir un periodo de alegaciones de un mes de duración.

Aunque la medida estaba avalada por la ley, fuentes municipales argumentaron que querían ser extremadamente rigurosos con la legalidad para que no pasara como en Alicante, donde un recurso del Partido Popular obligó a dar marcha atrás en el proceso.

Finalizado ese periodo de alegaciones, fuentes municipales han informado a Levante-EMV de la presentación de únicamente dos alegaciones, sin especificar quienes son sus autores. Sí se sabe que no son de ninguno de los dos partidos de la oposición, PP y Ciudadanos. El PP votó en contra en la Comisión de Cultura y en el pleno municipal, pero no ha presentado alegaciones en este proceso, según confirmaron fuentes del grupo municipal.

Esas dos alegaciones, en cualquier caso, no cambiarán el curso de las cosas, dijeron las fuentes. Por encima de sus argumentos está la Ley de la Memoria Histórica y el informe de la Universitat de València, precisaron, por tanto la previsión es seguir adelante con el proyecto e instalar las placas en cuanto comience el nuevo curso político.

La idea es que las nuevas placas convivan con las actuales durante un año para que los vecinos y los comerciantes puedan adaptarse al cambio de nomenclatura. También a efectos fiscales estarán vigentes los dos nombres hasta finales de año.

Cambios más destacados

Entre los nombres más destacados están los de la Avenida Barón de Cárcer, que pasará a llamarse Avenida del Oeste; General Urrutia, que ahora será Amado Granell; Castán Tobeñas, que pasará a llamarse Democracia; y Marcos Merenciano, que se dedicará al activista vecinal Félix del Río.

En el acuerdo del Ayuntamiento de València también se incluyen cambios en el argumentario de otras cuatro calles y plazas. Se trata de la Plaza de América, calle Belchite, Plaza de Galicia y Avenida de Portugal.

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