La Marina de València, tras una línea de moderación del gasto y un aumento del 34,5 % en los ingresos, ha pasado de perder 1,62 millones de euros entre mayo de 2015 y abril de 2016 a tener pérdidas de 196.072 euros entre esos meses de este año. De hecho, confía en poder cerrar el presente ejercicio con superávit.

El alcalde de València, Joan Ribó, y el director general del Consorcio Valencia 2007, Vicent Llorens, han ofrecido hoy un balance de los últimos dos años de la gestión de la Marina que, han dicho, debe abordar el cambio de estatutos, solucionar la deuda y modificar los convenios de cesión de espacios con el puerto para tener "un futuro potente".

Para ello y para avanzar en aspectos como el Museo del Mar o el plan de usos, Ribó ha anunciado que el próximo lunes se podrán en contacto con el Gobierno para instarle a que "lo antes posible" se reúna el consejo rector del Consorcio, integrado por las tres Administraciones y pendiente desde finales de junio.

Llorens ha destacado que a final de septiembre se licitará el varadero, con un canon previsto de un millón de euros, y se desarrollará el anexo polígono industrial de la náutica (200.000 euros de canon), además de licitar el proyecto de ejecución de un polideportivo para la práctica de cualquier deporte náutico.

Además, en el primer trimestre de 2018 se podría licitar la construcción y gestión de un espacio de uso hotelero, de oficinas, restauración y comercial, con un canon de 600.000 euros, en el que hay interesadas cuatro empresas y que quiere erigirse en edificio emblemático por ser autosuficiente a nivel energético.