Representantes autonómicos y nacionales de Podemos, formación integrada en el Govern de la Nau a través de su marca municipal València en Comú, han cuestionado el proyecto del Parque Central por el exceso de edificación (cuatro grandes torres en los extremos) y la falta de zonas verdes. Tal cuestionamiento se produce en plenas negociaciones del Ayuntamiento de València con el Gobierno central para sacar adelante uno de los proyectos más antiguos, necesarios y caros de la ciudad. De hecho, la construcción de las torres tiene como objetivo pagar las obras.

En la actualidad, la Sociedad Parque Central negocia con el Ministerio de Fomento el soterramiento de las vías, la construcción de la estación definitiva y el túnel pasante, haciéndolo todo por fases y contando con que sólo la primera de ellas costaría mil millones en el mejor de los casos.

Y desde el principio, la construcción de viviendas, concretamente cuatro torres de gran altura en sus extremos, ha sido una opción de consenso para obtener dinero y costear al menos parte de las obras.

Ocho mil viviendas

Ahora, sin embargo, desde Podemos, que forma parte del Govern de la Nau al ser parte mayoritaria y dominante en València en Comú, se ha puesto en cuestión este proyecto, parte del cual, además, ya está en vías de ejecución.

La senadora Pilar Lima y el diputado en las Corts Valencianes, David Torres, han dado personalmente su apoyo a la plataforma vecinal «Salvemos el Parque Central y los árboles de Bailén», un colectivo de vecinos de los barrios de Arrancapins, Ruzafa, Malilla, En Corts,La Raiosa y la Cruz Cubierta que denuncian lo que consideran como «ocultación del auténtico plan urbanístico» que encierra el proyecto del Parque Central.

Los portavoces de la plataforma vecinal aseguran que del proyecto se deriva «una construcción de más de ocho mil viviendas entre la primera fase y una segunda que incluirá cuatro rascacielos que superaran 25 alturas, lo que ocasionara un impacto medioambiental desastroso para los barrios y que eliminará gran parte de los terrenos del parque». Ello supondría además la tala de árboles centenarios que componen un bosque urbano , una de las escasas zonas verdes de esta área valenciana.

Con estas premisas, la senadora Pilar Lima aseguró ayer estar «preocupada por el proyecto y cómo ha evolucionado desde su proyecto inicial hacia otro objetivo totalmente distinto que nos retrotrae hasta épocas de edificación excesiva y salvaje que tenemos que evitar a toda costa».

El diputado en les Corts Valencianes, David Torres, por su parte, ha indicado que «el parque central es una oportunidad para conectar 6 barrios históricamente separados por las vías del tren y de construir un pulmón verde en el centro de la ciudad. No entendemos que el proyecto haya evolucionado de parque a urbanización de lujo y a la construcción de 4 torres y 2 rascacielos. En una ciudad con el 30% de las viviendas desocupadas, consideramos que la construcción y puesta en marcha del PAI para viviendas de lujo seguiría dividiendo los barrios de la ciudad. Necesitamos valorar qué modelo de ciudad queremos y para ello necesitamos contar con los propios vecinos, para que puedan seguir viviendo y disfrutando de la misma», explicó.